Poniendo las Piezas en su Lugar

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Konichiwa, lectores míos.

No he muerto aún, sigo viva.

Perdónenme por no actualizarles, pero incluso en vacaciones tuve tarea. Tuve que escribir un cuento que trataba de libertad porque los de mi equipo saben que escribo, así que mi tiempo se fue en eso e inglés. Pero ya estoy aquí y prometo ya acabar más pronto los capítulos.

Les traigo con honor el capítulo No.40.

Disfruten su lectura.


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-Te extrañe, L. Dime, ¿cómo esta ella?-Fox miró a L divertido. Si L estaba aquí, significaba que su Fianse estaba cerca también. Su cuerpo tembló de ansias por reunirse con su querido ángel.

-Me temo que me niego a responderte.-L miro penetrantemente a Fox, sin cambiar ni un ápice su mirada fría y sin emociones. 

Fox sonrió por la respuesta de L.

Fox inmediatamente, como si hubiera estado jugando con Luffy, le disparó en la pierna y este cayó con un alarido de dolor al suelo, Arima gritó su nombre y comenzó a llorar por Luffy, sintiendo dolor en su pecho al ver el charco de sangre que comenzó a crecer bajo su novio.

-Ahora divirtámonos en paz, L.-Fox susurró antes de volver a su monótona actitud, alzando las dos pistolas contras L, quien comenzó a retorcer sus dedos y mover sus hilos para dañar a Fox.

Fox esquivaba fácilmente los hilos así como L esquivaba las balas de cobre. Mientras esos dos comenzaban a pelear, Luffy comenzó a arrastrarse hacia el escritorio de Fox, intentando alcanzar el botón que bajaría a Arima e ignorando el ávido dolor de su pierna que no dejaba de sangrar.

-Me temo que tendremos que pelear mejor si queremos dañarnos el uno al otro.-Fox soltó de forma seca y cortante, mirando a L con el ceño levemente fruncido y el fuego haciendo brillar peligrosamente su mirada.

L no respondió, simplemente se mostró acorde a la declaración de Fox.

Fox giró sus pistolas y soltó el cartucho para recargarlas en el aire, pero las balas que comenzaron a salir del cañón de acero eran distintas a las anteriores. Fox sonrió para sus adentros al ver la confusión poco visible en el rostro de L cuando las balas explotaban al impactar con una superficie en vez de atravesarla. Hace tiempo comenzó a diseñar balas mejoradas hasta que había alcanzado la perfección. Sus balas de acerco tenían revestimiento de cobre y un centro explosivo que se rompía al impacto. L prefirió correr mientras trataba de formular un plan, esas balas seguro le harían un enorme agujero si le daba.

-No puedes correr por siempre, L.-Fox le advirtió, disparando a diferentes direcciones y encerrando a L en una doble explosión. Mientras Fox se mantenía quieto a la espera de haber invalidado a L, Luffy se esforzaba por mantenerse de pie, usando de apoyo el escritorio. 

Luffy tomó el control entre sus manos temblorosas, pulsó el botón y Arima bajo en su jaula con un sonido estrepitoso que llamo la atención de Fox. Fox frunció el ceño, comenzando a dirigirse hacia Luffy cuando algo lo tomo por el tobillo, miro hacia abajo, un hilo enrollado con fuerza alrededor de su tobillo lo detenía, siguió el hilo trasnparente, mirando fijamente a un L en el suelo, con la sangre escurriendo por su cien pálida y sus manos con heridas por haber tratado de protegerse con sus hilos. 

-Aún no muero, Mr.0-L murmuro, levantándose lentamente del suelo e intentando tirar de Fox, Fox cayó al suelo y fue arrastrado hacia L. 

Añoranza IrrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora