Fianse

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Konichiwa, lectores.

Espero les haya gustado el anterior capítulo.

Ya confirmaron que Arima esta bien y aún no la han lastimado.

Les dejó con el capítulo No. 30. ^-^

Disfruten su lectura.

Han pasado dos días desde que estoy aquí, y puedo decir con total libertad que no han sido los mejores días que he tenido, aunque tampoco los peores.

Para empezar, cada vez que me veo obligada a tomar el té de la tarde con Fox, es muy escalofríante. Fox siempre comienza la conversación con preguntas infantiles y termina detallando con lujo detalle la "maravillosa" hora de juegos que tuvo ese día. Y puedo jurar que no se tratan de juegos tan lindos como "tu las traes". Simplemente termino devolviendo lo que comí en ese lapso de tiempo después de ello.

Cabe aclarar que su mayordomo, Weissman, es muy serio y callado. Debo admitir que es bastante atractivo igual que Fox, pero a diferencia de su amo, él me hace sentir vacía y en blanco. Como si la existencia del universo mísmo le fuera insignificante. Y de cierta forma, encuentro eso algo escalofríante.

No puedo decir que estos últimos días tambien hayan sido divertidos, pero tampoco fueron como para morirse de aburrimiento.

De vez en cuando, voy a la biblioteca y leo un libro que me interese-cosa casi imposible, pues sus libros no son de mi gusto en lo absoluto-, leo un rato y después cuando me aburro me voy al jardín y descanso bajo las ramas de un cerezo.
El jardín no para de recordarme a esas escenas de mangas shoujo donde la chica se le confieza al chico que le gusta en el patio de la escuela con los cerezos meciendo sus flores en el aire, le da cierto toque romántico al lugar, pero llega a ser fastidioso considerando quien es el dueño de dicho jardín.

-¿Tomando la sombra de los crezos?.-Preguntó una voz burlóna.

Oh, odio a este tipo.

Levante la mirada y le lancé una rápida mirada de desprecio a Fox, que se encontraba parado frente a mi.

-¿Qué quieres?.-Pregunte realmente irritada.

Hace bastante tiempo que no me enfado de este modo. Antes, tenía un temperamento explosivo y siempre podía meterme en peleas sin medir contra quién peleará. Claro. Todo eso cambio cuando conocí a N, es culpa suya que me volviera más pacifíca.
Pero ahora me siento con la libertad de sacar todos esos años de furia reprimidos y dirigirlos a Fox.

-Vaya, tranquila.-Dijo al notarme irrirada.- Es la hora del té.-Me informó, una sonrisa encontró el camino a su rostro y yo me estremecí por ello.

(::::)

N miraba errática la pantalla mientras tecleaba en el teclado de su computadora a una velocidad claramente anormal.

N no podía creer que su plan había funcionado. Así es, su plan estaba basado -en su mayoría- en una vaga hipotésis. Al principio, esa vaga hipotésis era solo una teoría cuando había análizado la situación por una hora con todo lujo de detalles, después, las ecuaciones, formúlas y calcúlos se formaron dentro de su cabeza convirtiendose en la tenúe luz de esperanza para encontrar a su única mejor amiga.

- No te esguinces un falange*.-Advirtió una voz tras ella.

N sonrió ante la advertencia, detuvo su frenética actividad para girar la silla de su escritorio y mirar al dueño de aquella voz.

Añoranza IrrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora