Añoranza Irreal

Ajedrez

Konichiwa, lectores.

Me hice el tiempo y jale de las orejas a mi cretividad, así que aquí les traigo una actualización.

Hoy, será la batalla de Nami y Oliver contra Mr.3.

Ya pronto veremos a Arima y Arawn de nuevo.

Les dejó con el capítulo No. 36.

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-Eres rápido, Usagi-san.-Mr.3 se burló de la cabeza de conejo de Oliver, lo que no estaba en conocimiento de él, era que gracias a esa cabeza él es capaz de ser tan rápido.

-Agradezco el cumplido.

Nami aún se encontraba sorprendida, hasta ahora, no sabía porque Oliver estaba con N y L, pero ahora cobraba sentido, él corría a la velocidad del sonido.

Oliver corrió de vuelta al lado de Nami en un santiamén.

-Corres a la velocidad del sonido.-Nami le restregó en la cara a Oliver. Este sonrió.

-Te equivocas, Nami.-Nami estaba desconcertada, ¿en qué se había equivocado?.-Yo me muevo a la velocidad de la luz.

Mr.3 sacó un control del bolsillo de su colorida sudadera y pulso un botón. Una puerta se abrió y varios robots salieron, cerca de 15 estaban formados frente a Mr.3, era como una barrera de metal.

-Hoy podrán jugar con mis amigos, tienen mucha energía.-Mr.3 sonrió con el caramelo en su boca.

-Oliver.-Oliver no se volteo a verla, pero escuchaba.-Si salgo viva, juro que te mataré.

-De acuerdo, Mujer Ladrona.-Oliver se burló, corriendo directamente hacía los robots que comenzaban a disparar.

Nami esquivó los disparos con suerte y comenzó a golpear a uno con toda la fuerza que podía. Pero era inúltil, sus golpes no eran lo suficientemente fuertes para causar gran daño a los robots, fue golpeada por uno y lanzada por los aires, siendo atrapada por Oliver.

-No garantizó atraparte si vuelve a pasar.-Oliver le dijo, suspirando. El también estaba ocupado decapitando tantos robots como podía, no dejaban de salir y parecía que nunca acabaría si solo él los acababa.

-Son demasiado resistentes, mis golpes no les hacen nada.-Nami se quejó, sobandose adolorida.

-Usa lo que N te dio. Te dará fuerza.-Fue lo último que él le dijo antes de salir disparado, tomar la cabeza de un robot y retorcerla hasta quitarsela e ir al siguiente.

Nami suspiro mientras de uno de sus bolsillos sacaba paquete de 10 tiras de goma de mascar que había recibido de L. ¿Que tal si estaban envenenadas? ¿Y si tenían algún horroroso efecto secundario?

-Aún soy demasiado jovén para morir.-Nami lloriqueó en silencio.

-Sería mejor que fuera para hoy.-Oliver le gritó, concentrado en su tarea de asesinar robots.

Nami tocó el intercomunicador.

-Te darán fuerza.-N le dijo, su voz le erizó la piel.- Sé que Oliver te lo debió haber dicho. No dudes de él, después de todo es el único en quien puedes confiar para ganar esta batalla.-N rompió la comunicación.

Nami sacó una tira, nerviosa, la metió a su boca y comenzó a masticar.

Respiró hondo y se preparó mentalmente para que esto funcionará, corrió hacía un robot y de un solo golpe le arrancó la cabeza con su Bo. Estaba sorprendida.