Konichiwa, Lectores.
Se que he tardado en actualizar, pero ya entre a clases, así que la prepa me tiene algo atareada.
Pero descuiden, tratare de no descuidar tanto este fic.
Les dejo con el Capítulo No. 29.
Disfruten su lectura.
Abrí mis ojos lentamente, tratando de acostumbrarme a la luz del sol que pegaba de lleno en mis ojos, me removí a hacia un lado para evitarlo, una vez pude enfocar mejor la vista me senté sobre la cama.
Espera...
¡¿Cama?!
Miré a mi alrededor con tanta rápidez que casi me mareo.
Me encontraba en una amplia habitación; Estaba decorada con muebles de caoba y tapizado rojo, paredes color blanco y terminados color dorado, piso de mármol púlido y una cama elegante con sábanas de seda color grises.
Me mire, comprobando que traía la misma ropa con la que ese chico me llevo.
Pero, ¿qué habrá pasado con aquellas voces? ¿A estó se refería aquella voz búrlona con "comódo"?.
-Veo que ha despertado.-Me habló una voz masculina desde el otro lado de la habitación. ¡Esa es la voz seria!.
Mire de quién se trataba, encontrandome con un chico atractivo de cabello rubio y ojos verdes, vestía un traje color negro y sus manos estaban cubiertas por unos impecables guantes blancos.
-¿Quién eres tú? ¿Donde estoy?.-Sin poder evitarlo las dudas salían de mi garganta.
-Calmese, por favor.-Me sugirió mientras se acercaba a mi.
Curiosa por lo que haría, me quede callada y observe sus movimientos.
El chico se sentó a la orilla de la cama y me tomó de la cintura. Emití un ruido de protesta que el ignoró y me cargó en su hombro.Pero justo cuando iba a empujarlo para alejarlo de mi, me di cuenta de que estaba esposada. Tengo que dejar de ser tan despistada como dijo N.
-El Señor la espera en el comedor para el desayuno.-Me informó el chico del cual no sé su nombre.
¿Señor? ¿quién es ese tipo? ¿es el que me secuestró? ¿es otra persona? ¿para qué me secuestró?.
Entramos a un amplió salón con techo alto y el mismo decorado que la habitación en donde estaba, este salón tenía columnas de mármol y candelabros de cristal blanco.
El chico me dejó con brusquedad en una silla frente a una mesa y se fue de mi lado.
Mire al frente encontrandome con otra persona; un chico del mismo alto que L, cabello rojizo alborotado, ojos color verde o quizá grises, piel perlada, ropa extravagante de color rojo y negro, y como extra, una sonrisa cínica en sus labios. El chico rubio se encontraba al lado de él.
-Es de mala educación llegar tarde.-Dijo el pelirojo mientras tomaba un sorbo de la copa a medio llenar de vino que tenía en la mano. ¡Esa era la voz búrlona!.
-¿Quién eres tú?.-Pregunté, mi voz tembló un poco. Realmente tenía miedo de ese sujeto.
El chico pelirojo rió con ganas, haciendome saltar sobre mi asiento por el susto, paró de reír después de un momento.
-Haces bien en preguntar, Arima-san.-Me dijo aún riendo por lo bajo. ¿Cómo sabe mi nombre?.-En primer lugar, no te puedo decir mi nombre, pero puedes llamarme Fox. Y en segundo, sé tu nombre porque lo investigue.
Antes de que pudiera preguntar el por qué de ello, me interrumpió.
-¡Ah!.- Exclamó como si recordase algo de repente.-Él es Weissman.-Dijo señalando al chico rubio con un elegante movimiento de su mano libre.
Era extraño, pero de alguna manera, este sujeto hace casi las mismas expresiones que N; elegantes y distintivas, risas psicopatas y miradas búrlonas. Aún, pése a todo ello, Fox infunde un gran temor en mi.
-Te preguntarás el porque te rapte.-Asentí en respuesta y él ensancho su sonrisa.-Te rapté para atraer a mi Fianse. Ella sin duda te rescatará.
¿Qué es Fianse? ¿A quién se refería?.
-Así que no tienes por que temerme, no pienso matarte,-Me dijo tomando un ligero sorbo de vino.-Pero, si te atreves a escapar o desobedecerme, no dudaré en torturar tu existencia.
Me estremecí de miedo al escuchar la palabra tortura en aquella oración.
(...)
Aún después de horas pasado aquello, sigo teniendo un mal sentimiento de temor hacia Fox.
Me dijo que podía y tenía permitido hacer lo que quisiera en toda la mansión-por que si era una mansión- y sus alrededores a excepción de la habitación y la oficina de Fox, que se me darían mis tres comidas diarias junto con el té de la tarde que estaba obligada a tomar junto a Fox en el lugar que él prefirierá y que tenía terminantemente prohibido escapar del lugar, bajar al sótano o subir al ático.
Lo único positivo a todo esto es que ya no estaba esposada y era libre de andar por ahí a mi antojo, pero no era libertad si me retenían aquí contra mi voluntad.
Sin nada más que hacer y el aburrimiento sopesando sobre mi, decidí explorar el lugar hasta agotarme lo suficiente para tener una cena lo más corta posible e ir a dormir.
El lugar-como era obvio- era enorme; Tenían una gran biblioteca bien abastecida de muchos libros, un amplio jardín trasero, un salón, el comedor, una gran cocina, una sala de estar, muchas habitaciones vacías y un salón en donde solo se encontraba unos pocos muebles y un piano de cola color blanco.
La última habitación me hizo tener curiosidad de quién era realmente este sujeto que me hace llamarlo Fox, pero no importaba que posible solución me guiase, siempre terminaba con la mísma rara y tetríca sensación de él.
Sin tomar mucha inportancia al piano, decidí salir al gran jardín que juro bien podría ser una pradera o un lindo bosque de tamaño mediano.
Necesitaba despejar la mente y tranquilizarme, no podía entrar en pánico como siempre. Aunque no quiera admitirlo, siempre tuve miedo a la realidad, bien podía pelear con otra chica o ver toda una maratón de películas de terror sin asustarme, pero incluso con ello no soy capaz de hacer frente a este tipo de situaciones en la vida real.
Incluso N es fuerte, todos son más fuertes que yo en ese aspecto, y yo soy débil. Lo sé, y por esa mísma razón me siento tan frustrada con esto.
Me senté bajo un árbol sin hojas y recosté mi cuerpo contra su tronco, necesitaba relajarme y pensar bien las cosas.
Ver este gran árbol sin hojas me hizo recordar que ya casi se avecina el invierno, el frío ya se siente andando en el clima desde mediados de agosto. A N le encanta el invierno, yo tambien lo adoro.
Me gusta, es mi estación favorita del año. Es donde hay tan poco sol que casi siempre el ambiente se percibe nublado, el frío cala tus huesos enviandote dulces escalofríos y es un tiempo perfecto para beber chocolate y café caliente.
Respiré hondo, retuve el aire frío en mis pulmones por unos segundos y lo dejé ir de mi sistema a través de un largo suspiro.
¿Tanto extraño a mis amigos y Luffy?
Konichiwa.
Lamento tanto haber tardado,pero la prepa es demasiado entretenida para una psicópata como yo.
En fin, espero hayan disfrutado de este cortó capítulo.
Espero poder escribir más seguido aún con los comienzos de ciclo escolar encima mio.
Hasta la próxima. (^-^)/
Sayoonara...
ESTÁS LEYENDO
Añoranza Irreal
FanfictionEs la historia de Arima, una chica de 18 años que esta por graduarse de la Preparatoria y cumplir su sueño de convertirse en Universitaria. Su vida da un cambio radical cuando un chico de nombre Luffy se cambia a su escuela y es aquí donde una vida...