Añoranza Irreal

Bandera Roja

Konichiwa, lectores.

Perdón si los abandone por tanto tiempo, pero tambien estoy trabajando en otra historia que tengo.

Les dejó con el grandioso y consizo capítulo No. 31.

Disfruten su lectura.

Hoy parecía ser un día nublado, prometía ser de esos días lluviosos y grises que desagradaban a la mayoría de las personas en el mundo.

La imagén no tiene nada que ver con el capítulo, o siquiera con el fanfic, pero me parecio muy graciosa y quise compartirla con ustedes.

Pero hoy, eso motivaba aún más.

Para N, un día nublado prometía esperanzas y buen karma. Y vaya que lo necesitaria.
Pues estaba por infiltrarse a la base enemiga, no esta por demás decir que adentarse a la boca del lobo. Pero todo eso valía la pena, la vida de dos personas muy importantes para ella estaban en juego, a su parecer era un precio muy bajo a pagar por su salvación.

Pero primero que todo, siempre había que prepararse para ir a la guerra -literalmente una guerra-.

Mientras muchos -todos menos ella- se levantaban y desayunaban para tener un día promedio como siempre ocurría entre semana, N acomódaba las piezas en su tablero de ajedrez.

En este caso, el tablero parecía no estar a su favor; el alfil y reina negros estaban siendo rodeados por un caballo, una torre, un alfil, dos peones y el rey y reina blancos.
El rey negro estaba próximo a tener su lugar en el tablero igual que la torre, el caballo y el peón. El otro alfil y caballo estaban en las posiciones indicadas.

Solo faltaba el momento de que su contrincante le cediera el asiento para jugar este gran juego digital.

(::::)

Mr.3 lamía su paleta de caramelo emocionado.

Había encontrado a un oponente perfecto para jugar con él, finalmente había alguien en el mundo con su mismo nivel intelectual -mucho mayor que el promedio-.

Modísqueo un poco su paleta e ingreso un adgoridmo de reconocimiento. Le estaba dando el permiso a su oponente de comenzar el juego.

Sonrío satisfecho cuando un virus anomalo fue detectado por su adgoritmo.

Finalmente tendría un poco de diversión.

(...)

Iba por los pasillos de la mansión, uno de los interminables pasillos, junto a Arawn.

Habían pasado dos días desde que él estaba aquí, por lo menos tenía alguien que lo apoyara cuando escucho las historias de Fox.

Era muy agradable su compañía, aunque cualquier compañía era más agradable que la de Fox y Weissmann.

Platicabamos sobre una idea; buscar información útil para nuestro escape entre los millones de libros en la biblioteca, cuando una risa psicópata nos detuvo, obligandonos a escondernos.

Nos pegamos a la pared y escuchamos.

-Entonces,-Fox paró de reír poco a poco.- me dices que Mr.3 esta teniendo una gran contienda con Fianse.

-Si, señor.- Contestó Weissmann inmediatamente.

Otra risa se escuchó de Fox.

-Justo como lo planee.- Aún si no podía verlo, sabía que estaba sonriendo de forma retorcida.- Recuerda mover las piezas del tablero, Weissmann.