DIOSES, BRUJAS Y TRONOS (Lágrimas de fuego y sangre)

Capítulo 15

                 ————༒︎————
¿Qué carajo...?

Hestia
             
Viajamos hacia el sector del pueblo de Menesis. Al adentrándonos pasamos por un gran cartel que nos daba la bienvenida al pequeño lugar.

Todo era bastante rústico, las calles estrechas, junto a personas que iban en caballos y autos minimalistas. Había una gran iglesia en el centro de las calles con una gran campana arriba.

Kieran siguió avanzando mientras todos observábamos la mirada que nos dedicaban las personas ante nuestro aspecto, que era bastante diferente al de ellos.

—Sería mejor si caminaramos—propuso Kai y todos asentimos.

Estacionamos el auto en un lugar cualquiera y avanzamos por las calles rocosas. El ambiente era helado, dando un aspecto tinieblo ante el grado de la temperatura.

—Por allá—propuso Kieran, apuntando un local budista que se decía llamar "Ola vudú"

Entramos, al pequeño lugar cubierto de velas, plantas, frascos, malezas secas, cuarzos y manteles con figuras exóticas. Había una pequeña mesa en una esquina donde se encontraba una mujer morena con trenzas africanas que le rodeaban la cabeza en un moño alto.

—Bienvenidos, a la casa de Ola vudú—susurró la mujer—veo que no son de por aquí.

—No lo somos—contestó Kieran—vimos tu local y nos dió curiosidad, ¿podemos sentarnos?

—Adelante—extendió su mano hacia la sillas alrededor de la mesa redonda—¿Os puedo leer las cartas?

Kieran asintió mientras todos nos sentábamos al rededor.

Había una serpiente enroscada al rededor de su cuello que viajaba sobre su nuca hasta su moño.

—No tengan miedo, no muerde—dijo Ola.

—No tenemos miedo—dijo Carson con altanería—me he enfrentado a cosas mucho más peligrosas.

—Así veo—contestó la mujer—cuando te enfrentas a los verdaderos temores, los miedos superficiales quedan de lado.

Carson asintió de acuerdo.

La cabeza de Ola volteó hacia mí, viéndome con esos grandes ojos color violeta.

—¿No es así, pequeña?

—Claro—contesté lo más tranquila que pude fingir, la verdad es que sus palabras detonaban miedo junto a su explícita mirada.

Nunca había visto un color de ojos parecido.

—¿Y tú eres...?—intentó preguntar Kai a la mujer.

—Ola—respondió—hechicera, bruja, vudú, vidente..., estafadora—revolvió las grandes cartas con rápidez—Eso es lo que dicen.

—¿Pero que dices tú?—pregunté.

—Digo que podemos tener muchos conceptos, sin embargo tú decides en cuál te pones—extendió las cartas—yo me considero un poco de todo.

—¿Incluso estafadora?—preguntó Carson con su típica forma burlesca.

—Si, cualquiera pensaría que no tengo vergüenza, pero a mi parecer eso sólo le molesta al que no puede.

Carson alzó las manos en señal de paz.

Las cartas se expandieron al rededor de nosotros.

—Tomen una—nos dijo Ola.

—Kieran, Carson y Kai deslizaron una tomando una carta manteniendola cerrada. A mi me llamó la atención la última carta en la fila, así que la tomé.