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Malvada oscuridadHestia
Quizás Dargan había escuchado toda la discusión que mantuve con Hades, no lo sé, él no habia mencionado nada en todo el camino, y yo me sentía apenada, cuando el trataba de buscar mi mirada.
Su agarre era fuerte mientras me sostenía con firmeza.
—¿Dónde vamos?—le pregunté escondiendo mi cara en su pecho.
Me daba vergüenza verlo y que el me viera de esta manera.
—Estarás bien si es lo que te preocupa.
—Me preocupa todo lo que tenga que ver contigo—respondí haciendo que el sonriera.
—Pues deberías.
Sus grandes y hermosas alas negras se empezaron a mover con más fuerza mientras se impulsaba más arriba. No sabía exactamente dónde íbamos, no reconocí el lugar sobre el que volabamos.
Vislumbré un lugar a lo lejos, detrás de unas montañas. El voló hacia allí y aterrizó en la terraza que estaba enfrente, ni siquiera había puerta principal abajo, solo la terraza grande que al parecer era la entrada de aterrizaje.
Aterrizó y yo entré sin que me lo dijera, el lugar era grande, con ventanas amplias que estaban cerradas mientras todo era oscuro y vacío, no había nada de color ni decoraciones como en el trono de Hades donde ya me habia acostumbrado a estar.
Sus pasos sonaban detrás de mí mientras yo inspeccionaba y detallaba cada rincón.
Había una mesa en el comedor que parecía que nunca se había usado y una cocina por el otro lado, con sofás grandes y espaciosos.
—Eres algo curiosa—me habló—Me lo esperaba.
Tomó mi mano guiándome hacia la cocina mientras me indicaba que me sentara en la butaca.
Se quitó el saco de su traje poniéndolo en el sofá mientras yo observaba cada detalle que el hacía.
Recogió las mangas de su camisa hasta los codos desabotonando algunos botones del inicio.
Sus ojos me atraparon espiandolo haciendo que yo volteara a ver hacia otro lado de inmediato.
Su sonrisa ronca no tardó en llegar.
—¿Ahora eres tímida?—se posó detrás de mí espalda haciendo que su cercanía me pusiera aún más nerviosa. Al final sólo tomó una fruta del marmol alejándose, dejando un frío vacío en el lugar donde había estado.
Caminó hacia la cocina tomando un delantal poniéndoselo encima, mientras yo me quedé muda.
—¿Tienes hambre?—preguntó.
—¿Qué?—pregunté—¿Acaso tú vas a cocinar?
—¿Eso es algo malo?—enarcó una ceja cruzado sus grande brazos.
No podía dejar de detallar cada parte de él.
—Si—contesté segura—La verdad es que prefiero morir de otra forma la cuál no sea envenenada por tí.
Sonrió mientras rebuscaba dentro de la alacena.
—Yo no te envenenaria—tomó una fresa mientras la metía en chocolate lamiendola tan despacio haciendo que mi cuerpo empezara a reaccionar de inmediato—Existen otras maneras...
Me estaba provocando, y le estaba funcionando ya que sólo podía ver y sentir los recuerdos de aquella noche donde me comía el coño en el baño.
Joder, mi cerebro empezaba a descontrolarse.
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DIOSES, BRUJAS Y TRONOS (Lágrimas de fuego y sangre)
Fantasy¡¡PRIMER LIBRO!! Hestia, una chica heredera de Dioses inmortales, que vive en mundo mortal desde sus 3 años. Escondida y encerrada en un mundo de humanos comunes. Hestia ha vivido la mayoría de su vida en el centro adoptivo New Life. Desde los tres...