Capítulo 28

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Complot

Hestia

¿Qué día era hoy?

Creo que Lunes...

No lo sabía, todos los días aquí parecían ser siempre iguales.

Luego del incidente de hace dos días donde Dargan había llegado borracho a mi habitación y Malika me había confesado su amorio de hace cinco años con el hermano mayor del infeliz...

Malika y yo no habíamos tenido la oportunidad de hablar del tema y Hades llegaría mañana por la mañana junto a los demás.

Eran las seis de la mañana, y a pesar de que no estaba dormida no me apetecía levantarme.

La puerta se estrelló mientras Carson apareció literalmente con un sarten en una mano y una cuchara en la otra haciendo un escándalo junto a Alana detrás que le hacía coro con una pandereta.

—¡El sol brilla, los pájaros cantan!—Alana abrió las cortinas de golpe mientras yo escondía mi cara debajo de las sábanas.

Ya ni siquiera me extrañaba el comportamiento que tenían.

No le bastó subiendo a mi cama junto a Carson haciendo sonar más el sarten y la pandereta en mi cara.

—¡Hestia la más apestosa!—canturreó Carson—¡Apestaaaaa!

—¡Joder!, ¡¿Qué quieren?!—los enfrenté.

Ellos se veían mientras paraban.

—Primero que te levantes.

—No quiero...

Volvieron a iniciar el alboroto que no se detenia ni por piedad.

—¡Basta!—contesté levantándome mientras me mareaba en el proceso—¿contentos?—pregunté con las manos en jarras.

—Debemos salir así que cámbiate rápido que la tía Malika y Minerva nos esperan abajo—indicó Carson.

—¿Acaso no pueden ir sin mi?—traté de volver a la cama—sean independientes...

—Mañana es el cumpleaños de las trillizas—me dijo Alana deteniéndome.

¿Qué?

—Tenemos que organizar todo para la reunión de mañana—dijo con ilusión.

Yo no sabía si aún estaba atontada por el sueño o esto era real.

—¿Minerva es una de las trillizas?—pregunté.

Carson y Alana se vieron como si hubiera perdido la cabeza.

—Ehh, sí...

—¿Y ella irá a organizar su propia fiesta?—dije ante la situación que no tenía sentido.

—Sí—contestaron sin prestarle importancia.

No tenía sentido huir ellos me buscarían aun metiera debajo de la tierra, así que opté por la opción más fácil que fué bañarme, arreglarme usando unas sandalias y un vestido veraniego entallado dejando mi cabello lizacio libre.

Antes de bajar me dirigí a la habitación de Lowen para saludarlo rápidamente mientras el y Kai mantenían una conversación dentro.

—¿Y ustedes donde van?—les pregunté al par que parecían iban de salida.

—Le he pedido a Kai que me lleve a conocer la cuidad—contestó Lowen encajandose un morral como si fuera a sobrevivir días afuera—He querido decirte, pero has estado algo extraña y distante...

DIOSES, BRUJAS Y TRONOS (Lágrimas de fuego y sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora