Capítulo 42

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"Lágrimas de fuego y sangre"

Narrador: Omnisciente

Decir que Hestia Badness estaba jodida era en definitiva su única realidad. Mientras ella crecía y vivía con lo poco que la vida le ofrecía, en otro lugar habían personas que buscaban acabar con ella a como se diera lugar.

Ella recordó que todo mal que viniera, acarreaba a cualquiera que fuera cercana a ella...

—¿Dónde está?—habló con la garganta gruesa, mientras su cerebro le exigia reaccionar—¿Dónde está Dargan?

Baltasar esperaba esa pregunta desde el momento en que llegó al trono de Hades, anhelaba poder destruirla por completo...

—Creo que a Dargan se le ha hecho un poco tarde—le respondió fingiendo desconcierto—Esperé encontrarlo aquí...

Se detuvo mientras chasqueó los dedos fingiendo pensar.

—Claro...—recordó—Es que es imposible que alguien esté presente en dos sitios diferentes a la vez.

Ella parpadeó confundida mientras daba un paso en su dirección.

—¿De que estás hablando?—exigió que le respondiera con lo poco que le quedaba.

Él se encogió de hombros.

—Lo resumiré en que ha tenido que irse—meneó la mano con desinterés—Tú lo entiendes, ese asunto con su madre y así...

Se posó frente a ella mientras levantaba su mano mostrando sus garras en una invitación para que se acercara.

—Podría mostrartelo si asi lo quieres...

La imágen de la cabeza de Rebeca sin vida en las manos de Baltasar seguía en su mente, atormentandola lentamente, pero había algo, algo que le decía que debía ver eso que Balatasar tanto quería mostrarle...

—Aléjate, Hestia—Carson intervino desde atrás buscando la forma de alejar a su hermana.

Minerva seguía al lado de Baltasar, esperando lo que sencillamente siempre estuvo planeado a pasar, siguiendo el trance del tiempo exacto.

Hades por primera vez no se entrometió en la decisión que quisiera tomar su hija, en el fondo el también quería saber y estar convencido a lo que Baltasar quería llegar, aunque ya se lo imaginara con acierto.

Las advertencias de los demás que intentaron convencerla quedaron sordas a los oídos de Hestia quién tenia miedo de volver a encontrarse a Dargan en la mente de su padre como la última vez.

Pasos frágiles y delgados eran los que daba lo cuales solo hacían que las garras de Baltasar cosquillaran ansiosas por entrar dentro de su cabeza, de su punto más débil que era ella misma.

Sus garras entraron con tanto facilidad como si su cabeza las esperará, mientras ella viajaba con lentitud entre las sombras y la oscuridad que empezaba a llenarla y consumirla...

—La oveja negra devuelta a su corral.

Estaba en un recuerdo, un recuerdo que le mostraba como Dargan llegaba al trono de oscuridad.

—Entonces, ¿supongo has pensado en mi propuesta?—le habló Baltasar haciendo que ella tratara de ubicar los pedazos de información que le estaban dando.

Dargan no asintió, sin embargo no era necesario para darle un "sí" como respuesta.

No es un trato nuevo contigo—porfin respondió su hijo—Es un cierre al anterior.

DIOSES, BRUJAS Y TRONOS (Lágrimas de fuego y sangre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora