1| Everybody wants to rule the world

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La infancia de Fleur fue como todo hijo quisiera: llena de lujos, dinero y fama gracias a su apellido francés pero nunca tuvo lo que más anhelo, un hogar.

Sus padres solo se dedicaron a ellos mismos, en las vacaciones de diciembre ellos jamás estaban en la mansión y se pasaba todos los días sola, años más tarde nació su hermana y sintió una compañía pero también una responsabilidad ya que era ella quien cuidaba a su hermana, no su madre.

Su única alegría era regresar a Beauxbatons porque se sentía libre y más, cuando estaba con el:

Victor Lucifer Ryddle Black, hijo de dos villanos muy temibles en el mundo mágico, todos los estudiantes los respetaban, ella también lo hacía pero sobre le tenia cariño, le gustaba el chico y jamás sus padres debían enterarse.

A diferencia de muchas familias magias que seguían los ideales de Tom Ryddle, sus padres no, ellos sí pensaban en la pureza de la sangre y por lo mismo no seguían a Tom, "un mestizo con la suerte de poseer la magia que tenía", eso decía su padre.

—Nunca te acerques a ellos Fleur— ordeno su padre en el primer año cuando se entero que entrarían los hijos de Tom Ryddle al colegio de magia frances— Nosotros no somos sus seguidores, y ustedes dos nunca se acercaran a ellos.

Gabrielle, la hermana menor de Fleur asintió con la cabeza y miro de reojo a su hermana mayor, quien siempre estaba detrás de Victor.

—Esto también para ti Fleur, odiaría saber que te relacionas con los hijos de Tom.

Fleur asintió con la cabeza.

—No te preocupes padre, jamás me acercaría a ellos—contesto despectivamente.

Una gran mentira de su parte.

***

—Ya Fleur, estas hermosa, deja de verte en el espejo—le arrebato el pequeño espejo mágico su hermana Gabrielle mientras esperaban los unicornios que los llevarían a la escuela.

Fleur soltó un suspiro y miro a su alrededor a sus compañeros de escuela, sus ojos azules lo buscaban, solo a él.

—Si nuestro padre se entera de esto...

—Y tu jamás se lo diras— la interrumpió Fleur a su hermana menor— Me matara si sabe que me acerco a Victor.

Como si lo hubiera invocado, los alumnos se apartaron mirando a dos jovenes pelinegros que recién llegaban, Delphini, con la cabeza alto y su cabello negro ondeando con elegancia, algunas chicas se le acercaron a saludarla, pues desde el primer año que entro ella fue la sensación y la popular de la escuela, la joven le sonreia a todas al ser rodeada por las chicas.

—Siempre la ve asi— hablo Gabrielle y Fleur miro a su herman alzando una ceja, la pequeña señalo— Erick Grindelwald, siempre sonríe cuando la ve.

Grindelwald. Otro gran villano que tenía prohibido acercarse. Fleur escucho unos pasos acercarse y se giro mirando a Victor, vestido totalmente de negro y con la nariz rota y sangrando, supuso que ya había discutido con alguien.

—¡Fleur!— exclamó una voz femenina con alegría.

Fleur se giro hacia Celine, su mejor amiga, una chica de cabello rubio dorado y de buen familia, la clásica amiga que todo padre aprobaba.

—Hola Celine, ¿Como te fue en tus vacaciones?

—Bien, tuve algunos problemas con mi hermano Justin ya sabes como es, siempre quiere que se haga todo lo que dice...—Celine dejo de hablar y se giro, sonrió regresando la vista a su amiga— Oh, ahora entiendo que esta cautivando toda tu atención

Fleur parpadeo apartando la mirada de Victor.

—¿Que? No, estas loca, claro que te estoy escuchando.

—Si, claro— alargo la última letra y le sonrio— ¿Por qué no vas y le hablas?

Fleur abrió sus ojos.

—¿Estas loca? ¿Enfrente de todos?— pregunto— Los alumnos podrían murmurar y hasta llegar a oídos de mi padre que el y yo...

Celine tomó su mano.

—Yo haré la distracción.

Fleur parpadeo ante ello, antes de que pudiera decir algo su amiga se dio media vuelta y se arrojó hacia un chico.

Fleur dio unos paso hacia atrás y se interno en el pequeño bosque, se dio media vuelta y sus ojos azules lo miraron, con un cigarro entre las manos recargado en uno de los árboles. La chica aplano su uniforme azul y se encaminó hacia el, los ojos negro del joven se colocaron en ella.

—Creí que hoy no me saludarias.

—Sabes que no puedo hacerlo frente a todos.

Victor asintió con la cabeza  y sonrió.

—Entiendo, una de la Cour y un Ryddle, la perfecta y el villano, una pareja nada bien vista.

Fleur le sonrio.

—No recibí cartas tuyas, dijiste que me escribirias

—Temía que tus padres interceptaran alguna carta tuya, eso sería un gran problema—contesto soltando el humo aún recargado en el árbol.

Fleur sonrio mirandolo, desde que llego la cautivo, sus ojos negros y su porte imponente, apartó su mirada con vergüenza, su madre siempre le decía "nunca veas a un hombre fijamente, es de mala educacion"

—¿Como te fue en las vacaciones?— rompió el silencio Fleur.

Victor dejo de sonrier y arrojó el cigarro al piso, luego lo piso.

—Como siempre, aguantando a mis padres y sus cambio de humor, a parte de eso tuve que soportar a mi primo Draco Malfoy que quiso pasar una temporada en mi casa, pero fue divertido, Nagini casi se lo traga.

Fleur le sonrio.

—Nagini siempre me ha dado miedo— confeso.

Victor se acerco a ella y la obligó a que lo mirara alzando su mentón con una mano

—¿Te da más miedo mi  serpiente que yo que soy el hijo de Tom Ryddle?

—Así de tontos son mis miedos.

Victor pasó su brazo por la cintura de Fleur y la acerco a él, la rubia se sobresalto ante su tacto y coloco sus mano sobre el pecho del chico.

—Nos pueden ver—hablo con temor y miro a su alrededor.

—¿Y que?—pregunto Victor— Estoy harto de vernos a escondidas y mirarnos desde lejos— le contesto, Fleur hizo safarse de sus brazos pero los labios de Victor la atraparon.

Fleur sabía que el era su perdición, pero amaba esa perdición, esa adrenalina que el le hacia sentir, no la sentía con nadie.

tourner dans le videDonde viven las historias. Descúbrelo ahora