CAP 11 Cappuccino y Sopa

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Capítulo 11

Cappuccino y Sopa

Juliana

¿Estás hablando enserio Juliana? ¿Vas a ir a casa de tu jefa a cuidarla? No sé qué me pasa, pero desde que se enfermó me la paso pensando en ella y entiendo que sea algo simple lo que tiene, lo sé, pero puede ser que desee compañía, además lo haría por cualquiera de mis amigos.

Llegué a su departamento y me abrió la puerta su Nana, quien ya estaba informada que yo iba a ir.

– Adelanté Srta. Valdez, la Srta. Valentina está en cama. Entre a la casa con ciertas cosas en la mano.

- Gracias Chivis. Yo traje unas cosas para ella ¿Podría dejarlas en la cocina? Ella amablemente asintió con su cabeza y la llevo a la cocina y luego me dirigió a su habitación una que ya conozco perfectamente.

- Venga por aquí Srta. Valdez la seguí y ella tocó dos veces y luego abrió la puerta.

- Srta. Valentina ya llegó su visita. Ella miro en mi dirección y sonrió, es la sonrisa más hermosa que he podido ver desde que existo en este mundo.

– Hola pasa. Dijo la rubia quien está en cama como si le fueran a hacer una sesión de fotografía, hermosa, sin maquillaje y aun así se ve fascinante.

- Pensé que estabas muriendo. Ella sonrió.

– En realidad no y te lo dije por teléfono. Yo aún de pie en su habitación.

- Es que tenía que saberlo personalmente que estás solo con un virus común que no te ha dejado ir a trabajar y no me ha regalado la oportunidad de verte por tres días. Ella me regala su sonrisa y se acomoda en su cama.

– Ven aquí siéntate, te dije que no estoy grave y no puedo ir así a trabajar, desde el COVID 19 la gente que tiene un simple malestar no es bien recibido en el trabajo así que el doctor me envió de reposo hasta que la fiebre pase. La mire con preocupación porque sé que cuando una persona tiene fiebre es malo, siempre cuide de mi hermanita y nunca era bueno cuando tenía fiebre.

- Pues eso no es bueno, la fiebre es síntoma de alguna infección. Ella me mira atentamente y así que me senté a su lado.

- Sí, pero ya estoy tomando tratamiento para eso, lo que no comprendo es ¿Qué haces aquí? Y solo me dediqué a sonreír porque ni yo sabía.

-Vine a cuidarte, la empresa Valdez me asignó a darle atenciones especiales a mi jefa para que se reponga y nos vaya a fastidiar la vida. Ella se comenzó a reír y reír, luego de eso a toser y me preocupé.

- No vine a traer malestar para ti. Ella recostó su cabeza en el respaldar de la cama y me miró con ternura, porque ella tiene que ser tan bonita hasta enferma.

- No lo haces, de hecho, lo de la tos es a cada rato, así que vas a tener que oírlo muy seguido y no es nada grave, también estoy tomando tratamiento. Así que durante un largo rato solo me quedé allí hablando con ella, hasta que en un roce de manos me percate que ella tenía fiebre y me preocupé, nunca había cuidado un enfermo que no fuera mi hermana y eso fue hace muchísimo cuando apenas éramos unas niñas.

Nunca me había preocupado por alguien de esta manera, esto está mal en mí, yo normalmente no soy así. Tengo mis razones del porque no me involucró con nadie.

- Sabes tienes fiebre y yo he oído que para eso es bueno un caldo y te ganaste un premio yo te haré ese caldo. Me levanté y cuando iba por la puerta logré escuchar.

Sin CompromisosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora