CAP 29 Interrupciones

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Capítulo 29

Valentina

Lleve a mi novia a conversar con mi papá y él estaba encantado en contratar a Juliana, fue una conexión inmediata entre ellos, ella comenzó a trabajar al lado de mi papá y fue maravilloso, mi novia cambio su humor, se sentía más esperanzada, llena de sueños, me encanta verla de esa forma.
Estoy llegando a la oficina después de tener una velada con mi novia y mi cuñada, la madre de ellas aún no aparece, después de que Juliana la echo de su casa, ahora Mariana quiere saber de su mamá y su hermana. Llegó a la oficina soy recibida por mi asistente Cristina quien sonríe al ver mi cara de sorpresa porque hay un enorme ramo de rosas azules y blancas en mi escritorio - ¿Y eso? Mi secretaria pícara me responde - Para usted Srta. Valentina. Voy a ver la nota porque, puede ser cualquiera, Luis acostumbraba a enviar flores, mi papá lo hace de vez en cuando, mi sorpresa es que es de mi novia, me envió flores, me envió flores, estoy que brinco de la emoción, estás no son cosas que hace Juliana, ella está aprendiendo, me envió rosas, estoy oliendo mis rosas cuando escucho - Te ves tan hermosa opacas ese ramo. Es mi novia que está aquí, voltee y es ella, corro a sus brazos y le estampó un beso, tomo sus labios, y el beso es suave, pero ardiente, lleno de amor y de deseo - Gracias amor, son demasiado lindas ¿A qué debo tanto romance? Hoy no celebramos nada. Ella con sus ojitos hermosos y su sonrisa divina - No se necesita ser un día especial, solo me encanta el hecho que tengo una novia maravillosa y se lo merece es suficiente, para traerle un ramo de rosas, aunque ella sea más hermosa que el ramo. - Juliana eres increíble, gracias por las rosas, pero sobre todo por amarme. Ella cerró la puerta y me comenzó a besar, nuestras lenguas jugaban entre si, cada caricia de sus labios, era sentir el cielo - Eres mi princesa. Todo lo que ella hace, me hace sentir especial, soy su primera novia, su primer amor y su romanticismo es único y especial. - ¿No dijiste que en el trabajo no? Ella sonrió - Tú me haces quebrantar cada regla y cada ideal que tenía. Me tomo de la cintura y fue dejando besos en mi cuello, bajando por mis pechos levantó su rostro y me sonrió pícaramente, allí entendí que lo haríamos en la oficina, en la pared contigua a la puerta, fue quitando los botones de mi blusa, bajo sus manos por encima de mi sujetador y tocando mis pechos poco a poco, sus besos iban desde mis pechos hasta mi barbilla y así mi boca, el cual quedaba con ese deseo de querer más. - Te amo Juliana. Ella bajo su mano por mi pantalón y tocó mi centro - ¿Estás mojada por esto? Decía mientras metía su lengua en mi boca, levantando mi labio inferior con sus dientes, ella me hace subir al cielo en cada caricia y mi secretaria descender con un golpe a la puerta. Nos detuvimos, pero aún permanecía en sus brazos y su mano fue saliendo poco a poco de mi centro - !Mierda! Respire profundo, Juliana comenzó a ayudarme a vestir y sonreía mientras lo hacía yo en cambio quería matar a mi secretaria. Abrí después de estar presentable, fueron segundos, la adrenalina de ser descubiertas nos hace hacer las cosas más rápido, pero más desprevenidos. - ¿Dime Cristina? Ella apenada por la interrupción, no era un secreto ya que Juliana y yo éramos novias, las noticias corren como pólvora en los sitios de trabajo y pues Cristina sabe ya mi relación con Juliana porque le he pedido favores como asistente para mi novia - Srta. Disculpe que la interrumpa, pero una persona la solicita ver, al parecer es el empresario árabe Kara, he, Ghassan Kara, que tenía pautada una cita para el día miércoles, pero dice que necesita posponerla y que si es posible que lo pueda atender en este momento. Miré a mi novia, me duele la situación, pero trabajo es trabajo - Amor, tranquila, yo debo irme a trabajar, porque mi suegro, digo mi jefe es exigente. Nos vemos luego en casa, cena, romance y más de lo que podíamos haber terminado si Cristina no nos interrumpe. Me sonroje, me dio un tanto de pena delante de Cristina, pero Juliana tenía una especie de amistad con todas las secretarias de la empresa. Cristiana solo sonrió - Bien dile que lo atenderé, llévalo a la sala de juntas y le ofreces café, agua, lo que desee tomar. Cristina asintió y se retiró - Bien amor nos vemos más tarde. Te amo. Le dije mientras le daba un beso y mi novia salió.

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