La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] I

Capítulo 1: Los Demonios.

«Los demonios son una raza peligrosa. Los puntos que deben atacar es el corazón, su cuello, sus alas, siendo sus ojos el punto más vulnerable de su cuerpo, ya que desorienta al demonio y se puede matar más fácilmente. Tienen un poder de regeneración rápida.

Los demonios viven siguiendo a su rey, que hasta donde se conoce jamás ha ido al mundo humano.

Hay cuatro clases de posiciones que pueden adquirir los demonios:

Los soldados, son demonios entrenados con el fin de proteger a su pueblo y obedecer las órdenes de su rey.

Los cazadores, que son los que se encargan de conseguir la sangre de los ángeles para comer.

Las flores de sangre, son demonios que sirven como funcionarios que obedecen al rey.

Y los guardianes, que son demonios ciegos especializados en ver únicamente ángeles, normalmente cada demonio tiene un guardián que vive para ser la protección de su amo, siendo este el demonio con menor jerarquía en la escala piramidal pero poseyendo una fuerza superior a cualquier demonio de rango superior ya que son demonios completos alimentados con solo ángeles, son completamente invisibles a la vista de los ángeles y los humanos, volviendolos mortales para cualquier ángel ya que están entrenados para que su ataque sea sorpresa y por lo general imposible de evitar, si un guardián los caza tengan la seguridad de que no vivirán.

Pueden camuflar su energía para no ser detectados por los angeles. No sabemos cuál es su rango de detección. El contacto con el aura pura de los angeles quema su piel.

Sus ojos varían de color siendo el verde, azul, amarillo, rojo y negro, los únicos que hasta el momento se conocen. Los ojos de los demonios cambian a color verde al estar cerca de un ángel, azul es el color convencional, rojo para cuando se alimentan y negro es el color de ojos de su demonio interior.

El color amarillo solo lo tienen los miembros de la familia real. Los demonios necesitan sangre de ángel por lo menos una vez cada seis meses.

El fuerte olor a sangre de ángel los desorienta y marea de manera significativa volviendolos vulnerables. Su conciencia humana está completamente desligada de su parte demonio interior, siendo que se activa únicamente cuando dicen su nombre o en una situación extremo de peligro.

Tienen un olor característico que no tiene descripción, los ángeles están capacitados para percibir e identificar ese olor.

Pueden alimentarse a base de carne y sangre humana, como también de comida convencional, pero la sangre de ángel resulta ser indispensable para mantener a su demonio interior con vida. Pueden tener una actitud salvaje al estar cerca de un ángel.

Después de consumir la sangre de un ángel, los demonios tienen un periodo de hibernación de aproximadamente cinco días en los cuales su demonio interior puede tener la posibilidad de despertar y controlar el cuerpo del portador.