Capítulo 50: Declaración.

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Grayson al abrir la puerta de la habitación en dónde estaba Chase solo pudo sentir asco de ver a ese ser que ahora se veía tan insignificante, Chase movió los ojos hasta él, estaba débil, ni siquiera había podido acomodar el clima de la aldea, hac...

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Grayson al abrir la puerta de la habitación en dónde estaba Chase solo pudo sentir asco de ver a ese ser que ahora se veía tan insignificante, Chase movió los ojos hasta él, estaba débil, ni siquiera había podido acomodar el clima de la aldea, hacía que no se supiese si llovería o si saldría el sol.

El silencio y la tensión del momento podían cortarse con un filoso cuchillo. Chase intentó hablarle pero su boca no se logró mover. Lágrimas llenas de puro arrepentimiento inundaron sus ojos empapando sus mejillas, quería disculparse, estaba esperando a que Grayson leyera su mente y lo perdonará. Pero no lo hizo.

—Te dejaré vivir solamente porque me lo piden. Porque si fuera por mi dejara que murieras... muy lentamente...

Sin cuidado enterró su dedo en el brazo, sacó el veneno y se fue de la habitación sin mediar palabra con Chase, este logró estirar su brazo en dirección a la puerta pero lo dejó caer sobre la cama al ver que ya se había ido.

—Gray... vuelve...

...

Un año después...

Todo había ido muy lentamente, los tres los dos hermanos mayores no habían cruzado ni una miseria palabra, Mikael era el que tenía contacto con ambos pero tampoco había tratado de hacer cualquier cosa.

...

—Los últimos cargamentos que llegaron la semana pasada ya fueron trasladados al almacén señor. —Mikael tocó su frente mientras leía todo el documento sin saltarse ninguna línea.

—¿Todo?

—Si, señor. Todo lo que ordenó. —asintió y dejó la hoja encima de la mesa tomando el siguiente, se frenó en seco, era la letra de Luny, leyó todo lo que le escribió y en la parte inferior una simple línea.

«¿Cuando volverás?»

Mikael suspiró y arregló su cabello. Joder. Realmente a veces detestaba tener que trabajar.

—Rori, te dejaré a cargo. —se levantó de su asiento mientras se desabrochaba los botones de las mangas de su camisa.

—Vale.

—Infórmame con Risha todo lo que pase —comenzó a caminar escaleras abajo seguido por Rori—, no volveré hasta final de mes.

—Si, señor.

—Necesito como mínimo dos cartas diarias de tu parte o vendré a arrancarte la cabeza.

—Si, señor, no se preocupe.

—Me voy.

Sacó sus alas y voló lentamente y sin prisa hasta el portal, al pasar al mundo oscuro bajó al suelo y caminó por el bosque hasta llegar al palacio, fue interceptado por Grayson que apenas sintió su energía fue hacia él a gran velocidad, y ambos terminaron en el suelo mientras reían.

La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora