La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] I

Capítulo 15: Miedo.

Después de cambiarse de ropa, se dirigió con Risha y Kin al portal. El camino por el bosque fue demasiado silencioso y tranquilo.

Cuando llegaron al palacio lo recibieron guiandólo al salón central, donde apenas entró y cruzó la puerta recibió un golpe en el estómago por parte de Grayson, Risha estuvo a punto de hacer una locura pero apenas vió de quién se trataba hizo una reverencia y se colocó en la fila junto con los demás.

-¡¿Por qué no eres capaz de contestar mis malditas cartas?!

-Gray... -Chase trató de detenerlo.

-¡¡Cállate!! -ese gritó hizo que todo el palacio temblara, Chase levantó las cejas sorprendido, se quedó en silencio y lo dejó continuar-. ¿Que tanto te cuesta decirme un hola por lo menos? No me vas a decir que estás muy ocupado, joder. Chase y yo nos tomamos el tiempo de sentarnos a escribirte una carta y tú se la das a Risha para que la conteste por ti. ¡¡La próxima vez que tú jodido guardián me conteste una carta lo mataré!!

Risha al sentirse observado jugueteó con sus dedos, bajó la mirada en cuánto Chase lo miró, este a su pesar le hizo una seña para que se relajara pero realmente no le agradaba mucho que alguien amenazara con matarlo.

Grayson agarró el cuerpo adolorido de Mikael y lo sentó en una silla para después cruzar la mesa y sentarse en su asiento respirando profundo. Chase lo miró seriamente, no entendía la razón por la cual no había hablado con Mikael y listo, no le gustaba la violencia.

-Vale...

-Que bonita bienvenida... -murmuró Mikael.

-¿Que dijiste?

-No dijo nada Grayson, no empieces una pelea de nuevo. Mikael contestará tus cartas de ahora en adelante, ¿no es así Mikael?

-Si... -contestó con la cabeza pegada a la mesa, su propia energía no solucionaba el dolor. Definitivamente Grayson golpeaba fuerte.

-Vale... Olvidemos lo que pasó, y tengamos una reunión tranquila, no los cité aquí para que se matarán entre ustedes.

Grayson miró sus manos y respiro profundamente en busca de la tranquilidad interna que creía que tenía, Mikael era su hermano, y él no era alguien que aplicará violencia, así que...

-Todo está bien. -murmuró. Mikael se enderezó aún con el dolor del golpe y los miró a ambos antes de intentar respirar, dolía hacerlo. Tocó su pecho sintiendo como una costilla se movía, le había roto un hueso.

-Así que... ¿Por qué no empezamos contigo Grayson?

...

Chase se encargó de bajar el dolor de Mikael con un poco de su energía dejándolo levemente mareado y en las nubes. Grayson igual con la energía se tranquilizó y se quedó mirando a la nada mientras escuchaba a Chase hablar.