Capítulo 38: Regreso.

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Mikael suspiró profundamente antes de sentarse en una banca en esa misma plaza, no había sabido nada de Kin y Jeremy, se había ido tan repentinamente que lo había dejado bastante preocupado, se preguntaba porque no había regresado

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Mikael suspiró profundamente antes de sentarse en una banca en esa misma plaza, no había sabido nada de Kin y Jeremy, se había ido tan repentinamente que lo había dejado bastante preocupado, se preguntaba porque no había regresado.

—Miren que tenemos aquí...

Esa voz lo hizo reaccionar y vió esa cara conocida. Ese chico... Volvía de nuevo.

—Lo mismo digo.

«Si me traes a ese demonio te daré la mano de mi hija.»

Mikael sonrió al ver ese estúpido pensamiento.

—¿Quieres pedirme algo?

—¿Te acuerdas de mí?

—Lastimosamente si.

—Hiciste que tu guardián matará a mi compañero.

—Son gajes del oficio, niño, si sigues viviendo con los cadáveres que dejarás detrás de ti jamás podrás prosperar.

—Lo dices porque nunca haz amado a nadie. Ustedes los demonios son unos asquerosos seres sin corazón ni sentimientos.

—Si piensas eso de nosotros que pena.

Lowell apretó sus dientes sumamente molesto, Mikael esquivó sin mucho problema ese primer ataque llamándolo patético y predecible, a cambio, le dió una fuerte patada dejandolo varios metros lejos con algún hueso roto.

Risha llegó con Mikael pero este ignoró lo que le decía.

—Señor váyase de aquí. Es peligroso.

—¿Desde cuándo debo hacerle caso a un jodido guardián?

—Señor... lo siento pero enserio debe irse.

Risha golpeó al ángel cuando quiso volver a atacar y se instaló una pelea entre ellos mientras Mikael los observaba. Realmente no quería pelear, no sentía ganas de nada, se sentía incompleto, lo único que podía quería era tener a Luny, sin su hijo Mikanel no parecía querer nada más que morir.

En medio de su delirio, alguien le llegó por la espalda agarrándolo por su cuello buscando asfixiarlo. Risha lo notó pero al descuidarse el ángel por simple suerte logró golpearlo, bastante fuerte a su parecer. Mikael forcejeó tratando de librarse del agarre pero era fuerte, sacó sus alas cortando los brazos del ángel que tenía detrás, este lo miró molesto y quiso atacarlo de nuevo pero Mikael ya estaba harto, sacó su espada y cortó su cabeza terminando con su vida, otro chico llegó con él de nuevo ahogandolo por su espalda, ya no quiero pelear, ya no tenía ganas de vivir. Se dió por vencido y bajó sus brazos.

—Mátame.

—Como desees. —apretó su agarre con más fuerza y rompió su cuello matando a Mikael.

...

Grayson volaba por el cielo tranquilamente supervisando los cultivos, Pick que estaba junto a él, se movía de un lado a otro sintiéndose más libre que nunca, pero en un simple momento toda esa paz se desvaneció rápidamente viendo esa expresión perturbada que tenía Grayson, que se quedó en shock hasta el punto de no poder volar más, Pick lo sostuvo antes de que cayera. Al estar en el suelo de nuevo, Grayson comenzó a llorar sintiendo como su corazón se destrozaba en mil pedazos.

La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora