La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] I

Capítulo 14: Risha.

—¿Cómo va toda la producción? —preguntó Grayson mientras miraba la hoja donde tenía anotado todo lo que debía revisar.

—Todo va bien. Las frutas parecen estar acoplandose bien a la energía oscura. Todas las frutas excepto las fresas tuvieron una buena cosecha.

—¿Que pasó con las fresas?

—Se dañó la raíz y se pudrió. Traerán otra tanda de fresas para ver si se pueden dar aquí.

—Sino cámbialo por otra fruta. Aunque creo que para estar empezando con este proyecto aquí, las naranjas, manzanas, las moras y los mangos es un buen avance. Concéntrate en las naranjas. —Grayson tachó las fresas de su lista, ya no quería fresas—. ¿Y los almacenes de la comida?

—El señor Gratt está logrando hacer un... —se detuvo para mirar el papel que le había dado—. "Circuito de cableado completo para alimentar las máquinas de producción". Dice que para la próxima semana se inaugurará, con la tecnología del mundo humano que trajo el príncipe Mikael logró producir electricidad y el refrigerador de prueba que trajeron funcionó. Si se sigue así toda nuestra aldea podrá iluminarse con energía eléctrica. Aunque nada de lo que hemos producido se ha dañado.

—Muy bien... ¿Y los animales?

—Se acoplaron perfectamente aquí y se tendrá una buena producción.

—¿Están comiendo las cosas de aquí?

—Por montones. Pero su tamaño también se está duplicando. El señor Gratt dice que es por la energía, su sistema digestivo se agrandó y con eso su cuerpo también lo hizo. Los cerdos están teniendo el tamaño de las vacas... Hablando de las vacas, la leche que producen está saliendo negra.

—¿Que?

—El sabor es igual solo que es negra.

—Déjame adivinar... ¿Gratt dice que es por la energía?

—Si. Ayer se mandó a la central de la aldea el cargamento de carne de cerdo y de pollo como pidió. El rey dijo que se entregó a la gente correctamente.

—Vale... No me dijiste nada de las gallinas.

—Está todo bien.

—Vale. Se me está olvidando algo... ¿Cómo es que se llama eso?

—Las verduras, señor. —le dijo su guardián, Nano.

—Eso mismo.

—Pues todo está bien, se adaptaron bien, se les cambia un poco el color original pero el sabor es igual.

—Bien. Gracias eso es todo por hoy... —Grayson lo miró y le sonrió amablemente—. La próxima semana necesito lo mismo hasta que todo sea perfecto.

—Si, señor.

Grayson mientras que caminaba pensaba en Mikael, si no respondía él mismo está última carta iría a verlo en persona. Al llegar a su despacho vió la bolsa con las cartas que habían llegado ese día.