La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] I

Capítulo 11: Sed...

-¿Siguen experimentando con demonios? -le preguntó de repente Jeremy a Franny en cuanto estaban por irse.

-Por el momento no. Retomaremos los estudios muy pronto.

-Debe ser interesante estar cerca de un demonio sin ningún peligro.

-Sigue habiendo peligro, pero se compensa con los estudios.

-¿Y supongo que haz avanzado bastante?

-Si, bastante... -Franny lo notaba, había algo raro con sus preguntas, en su mirada podía verlo. Su aroma, su energía, su manera de dirigirse a él-. ¿De casualidad haz estado con algún demonio?

-Los he visto, y me he cruzado con alguno pero siempre se van... parece como si estuvieran huyendo.

-¿Más nada?

-No.

-¿No quieres ir a los campos? Puedes subir de nivel.

-No, gracias. Me gusta el mundo humano... por ahora...

-Por ahora... -repitió Franny asintiendo con la cabeza, lo miró-. Haz estado trayendo bastante información... ¿Das de tu sangre?

-Traigo información, ¿no? ¿Eso es lo que importa?

Franny lo sabía, no encontraba la manera de decirlo pero su energía era oscura, lograba percibir ese aroma desde lejos, toda su aura se veía negra y tormentosa.

-Haces un buen trabajo, puedes volver.

Cuando los dos chicos se fueron, Franny no fue capaz de dejar pasar más la situación. Fue a la sala real buscando a su mejor seguidor. Colocó su mano encima de su cabeza dándole de sus recuerdos.

-Su nombre es Jeremy... Infórmame de lo que haga.

-Si, majestad.

...

Jeremy volvió a ir a la plaza consiguiendo a Mikael entre los árboles, lo vió desde lejos mirando a las personas desde la copa del árbol. En cuanto lo tuvo enfrente Mikael le sonrió.

-Hola, Jeremy.

-¿Tienes colmillos? -Mikael pasó sus lengua por sus dientes escondiendo los filosos colmillos.

-Estaba comiendo.

A Jeremy le recorrió un fuerte escalofrío por todo el cuerpo al escucharlo, cerca de la rama en donde estaba habían manchas de sangre, en una parte muy interna de si mismo creía entender ese término. Cuando se sintió observado decidió cambiar de tema.

-¿Si te pido que me muestres algo lo harías? -Mikael lo miró.

-Depende. -dijo cruzándose de brazos.

...

Otro de sus demonios cayó al suelo temblando, ese ya era el décimo que caía. Mikael se mantenía sentado en una silla junto a Jeremy que veía impactado la escena. Un demonio llegó al lugar y no pasó más de unos pocos segundos cuando también cayó al suelo, se le acercó y agarró su pierna...