Capítulo 46: Sueños.

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Risha desde el otro lado del palacio siguió con la mirada a Luny que estaba caminando por el pasillo hasta llegar al pie de las escaleras para sentarse a dibujar en su cuaderno, a su lado estaba Kin mirando lo que dibujaba aunque se notaba en la p...

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Risha desde el otro lado del palacio siguió con la mirada a Luny que estaba caminando por el pasillo hasta llegar al pie de las escaleras para sentarse a dibujar en su cuaderno, a su lado estaba Kin mirando lo que dibujaba aunque se notaba en la postura de sus alas que estaba completamente alerta a cualquier cosa que pudiera pasar.

Nadie le permitía acercarse, aparte de Kin, Luny en ese momento tenía cuatro guardianes visibles que vigilaban sus alrededores siempre, y habían otros tres que estaban escondidos, no era extraño ya que se había enterado que cuando los tres hermanos eran niños también tenían guardianes cuidando de ellos. No había manera de poder tener una interacción con él a menos que Mikael se lo permitiera.

Después de pensarlo demasiado tocó la puerta de la habitación de Mikael.

—Adelante...

Risha abrió la puerta y apenas entró él lo miró con molestia, Risha mantuvo la mirada baja y con ambas manos delante de su cuerpo.

—¿Que quieres?

—Solo... quería pedirle permiso para poder hablar con Luny... —sus palabras fueron abruptamente interrumpidas cuando Mikael lo aprisionó contra la pared inspirando furia de sus ojos.

—Príncipe. —pronunció firmemente—. Príncipe, para ti. Eres un asqueroso guardián, no olvides tu maldito lugar. Tú estás abajo y nosotros arriba.

—Lo siento, señor.

—Y la respuesta a tu pedido es no. No hablarás con mi hijo, jamás sabrá de ti —su mirada cambió y le sonrió.

—Discúlpeme, señor.

—Tampoco deberías recordarlo. —los ojos de Risha se llenaron de lágrimas.

—No, por favor no. Señor, lo siento, no lo haré más... Lo siento, enserio, lo siento... No borre mis recuerdos por favor... —se arrodilló frente a él suplicando—. Por favor...

—No te acerques a él jamás.

—No lo haré, no prometo, no lo haré. —Mikael levantó la mirada.

—Vete por la ventana ahora.

Risha abrió sus alas y se fue. En ese mismo momento la puerta volvió a abrirse y Kin entró junto con Luny. Aunque trató de disimularlo Kin pudo escuchar lo tensa que estaba la respiración de Mikael y el olor de Risha estaba por toda la habitación, al concentrarse mucho más logró escuchar el sonido de las alas de alguien alejando y un pequeño lloriqueo, Risha.

Mikael inhaló profundamente y se volteó hacia ellos.

—¿Todo fue bien?

—Tiene una energía bastante fuerte.

—Eso es bueno, quizás es dominante... —Kin recibió un fuerte toque en su pecho y vió como inundaba en cuerpo de Luny con su energía, pero él ni siquiera reaccionó ante eso y Luny tampoco, Mikael hizo desaparecer su energía y le sonrió—. Parece que si.

La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora