Capítulo 34: La Pequeña Parte de mi Corazón.

40 7 25
                                    

Mikael sonrió cuando el pequeño cachorro lobo que lo miraba con esos brillantes ojos dorados mientras movía rápidamente su cola peluda de un lado a otro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mikael sonrió cuando el pequeño cachorro lobo que lo miraba con esos brillantes ojos dorados mientras movía rápidamente su cola peluda de un lado a otro.

—¿Por qué abriste tus ojos tan rápido? —murmuró tocando su pequeña cabeza—. Si apenas naciste hace tres días... —le acercó un peluche que el cachorro tomó de inmediato—. Tendré que hablar con Gratt.

No podía mantener mucho tiempo el control de su cuerpo, Mikanel y Cesil intercambiaban lugares constantemente para poder ver al cachorro, los tres estaban demasiado emocionados como para mantener el control.

Por primera vez en su vida sentía su corazón estar feliz, y tener a sus ambas partes felices junto con él.

El pequeño cachorro mordía con bastante fuerza un peluche de gato mirando fijamente a Mikael queriendo tener toda su atención en él, y cuando Mikael se distraía aullaba en baja voz para que volviera a mirarlo. Aunque realmente no tenía que esforzarse ya que toda su atención estaba puesta en el cachorro.

—¿Cómo se va a llamar? —les preguntó.

Al decir eso comenzó una pelea en su mente y solo podía escuchar que sus ambas partes decían varios argumentos para escoger el nombre, durante casi treinta minutos Mikael se quedó con la mirada perdida al concentrarse demasiado en la conversación que se llevaba a cabo en su mente. Volvió a la realidad cuando escuchó un nombre, la explicación que le dió Cesil acerca de su significado le encantó, parpadeó un par de veces y miró al cachorro.

—Luny... —susurró y acercó su mano a su pequeña cabeza—. ¿Te gusta Luny, cachorro? Llegaste con la luna llena, pequeño Luny. —mordió su dedo y muy en su interior sintió como succionaba su sangre, se extrañó pero Mikanel le dijo que era normal y que eso lo ayudaba a crecer con normalidad.

Soltó su dedo y lo lamió, Mikael vió como esos dos pequeños orificios desaparecían, lo había curado. ¿Tenía también poder para curarlo? Pero, si acababa de nacer, ¿Cómo sabía curar?

...

Kin entró en la habitación de Mikael tras haber tocado varias veces y no tener respuesta, lo consiguió acostado en la cama dormido con el cachorro encima de su pecho también dormido. Esa escena le pareció bastante tierna, dejó la bolsa de cartas encima del escritorio y se fue de la habitación apagando las luces.

...

Gratt sentía una leve incomodidad en su pecho y escuchó un fuerte gruñido que provenía de su interior, tocó su pecho y respiró profundo. Se dirigió hacia afuera de la casa viendo a Kartny, él lo miró y de repente los ojos de Gratt se volvieron negros.

—¿Que estás tratando de hacer? —esa voz oscura y ronca lo asustó pero no se movió de su lugar.

—No estoy haciendo nada, Goy.

—No hagas estupideces.

—No lo haré, lo siento.

Sus ojos volvieron a ser dorados y Gratt lo miró, Kartny respiró profundamente y le sonrió.

La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora