Capítulo 9: Gratt.

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Chase se quedó estático en cuanto vió las desagradables memorias del chico, su energía llena de rabia hizo temblar y crujir todo el palacio, deteniendo momentáneamente a toda la gente que estaba cerca

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Chase se quedó estático en cuanto vió las desagradables memorias del chico, su energía llena de rabia hizo temblar y crujir todo el palacio, deteniendo momentáneamente a toda la gente que estaba cerca.

Sus cinco guardianes fueron fuertes y se mantuvieron inmóviles ante tan poderosa energía que reflejaba.

Era cierto que cuando recibían la corona real, a los príncipes les aumentaban en poder y lograban subdesarrollar sus habilidades el triple de veces más que los demonios convencionales, pero con el rey, la cosa era aún más fuerte, su poder llegaba a maximixarse cien veces más.

-Mi señor, mantenga la compostura. -le dijo su asesor real, de una mirada Chase lo dejó tirado en el suelo retorciendose.

-Mi rey... -soltó el chico viendo con una extrema idolatría al nuevo rey, lo tenía justo enfrente, tocando su cabeza, doblegandolo con esa poderosa energía.

-Ángeles asquerosos. Cómo se atrevieron a hacerle esto a mis demonios... Este atrevimiento debería ser válido para romper el acuerdo de paz que se mantenía.

-Señor -se dirigió a él Kin sin mirarlo-, el príncipe pidió que llevará al chico con el señor Gratt. Dijo que quizás había algo en sus recuerdos que podría interesarle. También mandó información para usted, señor.

-Ven aquí.

Kin se acercó y se arrodilló, Chase tocó su cabeza viendo todo lo que había hecho Mikael, él estaba igual de molesto. Le había mandado una clara respuesta. Lo último que vió fue esa montaña de cadáveres de ángeles en un pozo de sangre. Quitó su mano.

-Llévalo con Gratt y vuelve con Mikael enseguida.

-Si, señor.

...

-Señor Gratt...

El nombrado soltó los frascos de agua que tenía en la mano impresionado por su repentina llegada. Su guardián respiró profundo y con su magia hizo desaparecer el desastre de agua del piso limpiando todo, fue hasta la cocina sirviendo todo en una bandeja.

-¡Kin! ¡Hola! -esa cabeza roja apareció por el marco de la puerta de la cocina y exclamó con los brazos levantados, corrió hasta donde estaban sus nuevos visitantes-. ¡Vamos pasen, pónganse cómodos! Les traeré un poco de café...

Al darse la vuelta su guardián Kartny ya traía una bandeja con café y sus bonitas tazas de porcelana con decorado de flores.

-Que lindo eres Kartny.

Dejó la bandeja en la mesa sirviendo el café dándoselo a cada uno. Se volteó hacia Gratt y quitó de su cabello rojizo unas hojas que tenía enredadas.

-Me doy cuenta que volvió a ir a los campos sin mi, señor.

-¡Solo fue un momento! Volví rápido. La próxima vez iremos a hacer un picnic.

La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora