La Constelación Dorada. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] I

Capítulo 39: Tortura.

Cuando Chase llegó al palacio con Mikael en sus brazos Grayson simplemente no aguantó y estalló en llanto siguiéndolo.

Lo dejó en la cama de su habitación con cuidado, no podía creer que Mikael estuviera tan lastimado pudo sentir varios de sus huesos rotos. Chase respiró profundo y apartó el cabello de su rostro.

—Iré a buscar a Gratt... —dijo y salió desesperado del palacio.

Grayson con sus manos temblando tocó el rostro quemado de Mikael, tenía muchos rasguños y heridas bastante profundas a medio curar, y algunos huesos rotos y podía percibir ese raspado del aire al pasar por su garganta, aunque tuviera una parte ángel aún seguía siendo un demonio e igualmente le afectaba. Grayson no dejaba de llorar al mirar a Mikael, todo su cuerpo lleno de tierra y hojas secas.

—Gray cálmate, respira.

—Necesito... debo limpiarlo rápido... —lo cargó en sus brazos llevándolo al baño dejándolo en la tina, abrió el grifo y la llenó de agua. Volteó a ver a Pick—. Pick ayúdame...

La mirada que le dió Grayson lo golpeó bastante fuerte, no dejaba de llorar, todo su cuerpo temblaba, agarró su rostro entre sus manos y lo besó.

—Tranquilo, Gray.

...

—Todo su cuerpo está quemado, le curé varios huesos rotos, toda la piel de su garganta estaba completamente carbonizada —dijo Gratt mientras cubría su nariz al sentir ese olor—, tiene mucho aire blanco, me está dando náuseas, pero está vivo, creo que sobrevivió por Cesil, de otra manera estaría muerto por respirar tanto tiempo el aire del mundo blanco.

—¿Estará bien? —preguntó Mikan, realmente no se había preocupado pero el silencio de Gratt hizo que se desesperara un poco.

—No lo se... Debemos esperar a que respire aire oscuro, en unas horas volveré a revisarlo. Por el momento habrá que dejarlo descansar.

Gratt se quedó mucho rato hablando con Mikan, el primero trataba de calmarlo, toda la aldea estaba en tensión ya que todo se alimentaba del estado emocional del rey, y Chase no se había tomado para nada bien la desapareción y supuesta muerte de Mikael, así que esa incesante lluvia no había parado, y tampoco se esforzaba en tratar de pararlo.

Chase al ver a Pick con Grayson sintió un nudo en su garganta, parecía quemarle, dolía. Agarraba con fuerza la mano de su hermano y buscaba calmarlo, apartó la mirada cuando sintió una arcada en su garganta. No estaba celoso.

—Chase —el nombrado levantó la mirada al escucharlo—, dale de tu energía para que Mikanel sepa que está protegido y siga viviendo.

—Vale.

...

—¿Escuchaste lo que pasó?

Kanji dejó los cadáveres de los ángeles muertos encima de la mesa de reconocimiento y volteó a mirar al guardia del depósito.