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KIM, TAEHYUNG.
Hoy, después de una eternidad, lo vi. Hacia una semana desde que ellos rompieron, todo el mundo habla de esa condenada ruptura en los pasillos, hasta lo sacaron en el diario estudiantil, en primera plana y con el título;
Nuestros amantes quiebran su relación como quiebra la economía mundial. ¿Sally le fue infiel a Jungkook? ¿O, Jungkook se cansó de ella?
La gente suele ser tan chismosa, no ven lo que yo, Jungkook, está sufriendo, lo sé, trata de disimularlo, pero no puede, al menos no conmigo. Debe de sentirse feo ser reemplazado por alguien más, no quisiera que me pasara a mí, no podría con la vergüenza y la humillación que eso conlleva. Ahora, lo sé todo y, aun así, no sé cómo sentirme. Por un lado, me siento mal por verle tan triste, y por el otro, me alegra mucho, creo que mi cabeza es un lío.
Ella lo engañó. Si, así como la ven, lo cambió por Kim Lian, no la culpo, el moreno es hermoso, uno de los chicos más lindos, completos y codiciados del colegio, hasta yo estuve considerándolo si Jungkook no me correspondía, pero con todo ese paquete andante y sexy, no estuvo bien lo que le hicieron. Lo engañaron por semanas y ahora es mi pobre azabache el que tiene que cargar con la vergüenza publica y los comentarios malintencionados de todos. Nadie puede creer que alguien se haya atrevido a engañar al chico más codiciado y popular de todo Seúl, Jungkook lo tiene todo, es perfecto. Pero, claro que es Jeon Jungkook después de todo; el típico mujeriego que solo se echa un polvo y todo pasa, y como si fuese hábito, salió, se emborrachó, e hizo lo que mejor sabe hacer: tirarse a una de las chicas de sexto, las más maduras y desarrolladas porque si, así como la ven señores, aquí se tiene que aprovechar y más si la mercancía se presta sola.
Pero, a pesar de la semana sabática que se tomó, tirándose hasta el conserje, sé que Jungkook aún sigue triste por la ruptura, finge estar bien, sonríe y hace como si nada pasara, pero a mí no me engaña, puedo notar su falsa sonrisa. Y..... casi podría asegurar que está cargada de dolor. De esos que suelen incomodar en la parte de la garganta, suplicando por salir al exterior a fin de liberarse en forma de lágrimas y sollozos. Claro que antes de que eso pase, Jungkook preferiría tirarse a un pozo, por eso de mantener la masculinidad a flote y no verse patético sufriendo por una braga, aunque si lo haga.
¿Qué se siente amar y no ser correspondido Jeon?
¿Acaso importa eso? Eres hermoso, pronto encontrarás a alguien más. Tienes para escoger entre millones. A diferencia de mí, que no hago otra cosa que idolatrarte como si fueses la jodida perfección. ¡Y lo eres! ¡Es jodidamente perfecto y hermoso! ¡Tan inalcanzable! Y, con la perfección que te caracteriza, lograste pasar una semana sin emborracharte e ir a su puerta por la madrugada a suplicarle que regrese a tu lado, una semana se convirtieron en dos, luego en tres, así, seguiste tu vida como si nada hubiese pasado y cuando ellos si pasaron por tu lado, solo les respondiste como solo tú podrías hacerlo; ignorándolos como lo que eres: un Dios que solo mira desde arriba. Un Senior bonito, muy bonito, pero que ni siquiera nota que lo observo desde la distancia, que iba a su casa todos los días a tomar clases de piano con su padre y que dejé de hacerlo solo para no incomodarlo con el propósito de permitirle sanar y remendar su malherido corazón. Sin embargo, nuevamente tengo mis tutorías en su casa, el señor Jeon, es el mejor en la música y mi madre siempre tuvo la ilusión de que yo aprendiera. Y, más si es de un pianista tan prestigioso como él. Cuando ella me lo dijo, fue como una luz de esperanza llegando a mí, ya que, meses atrás, el muro entre Jungkook y yo era considerablemente inmenso, pero con la idea de las clases particulares vi la posibilidad de poder acercarme a él y quizás ser algo. Claro está que en ese momento jamás se me pasó por la cabeza que Sally se convertiría en su novia y que mis fantasías se fueran por la borda cuando, en vez de convivir con Jeon, terminé soportando los berrinches de esa consentida y sus desagradables muestras de afecto. Ahora, que nuevamente me encontraba frente a su puerta, pensaba en la posible idea de un nosotros sin poder evitar ilusionarme con la idea, aunque, también pensaba en que quizás, al cruzar por ella, me encontraría con otra Sally y eso me obligaba a retroceder y salir corriendo de allí. No sé si mi corazón soportaría otra novia en su vida y tampoco sé si reaccionaria tan calmo como pasó con la infiel así que, con pocas ganas toqué el timbre.
