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KIM, TAEHYUNG.
Suspiré aliviado. Acontece que cuando llegué a mi casa, mi madre me informó que el señor Jeon ya estaba de regreso y que retomaría mis clases con él y no con su hijo, al parecer un asunto muy importante lo obligó a regresar. Con él de por medio, no tendría que entablar dialogo con Jungkook. Aunque, ni siquiera sé si eso es lo que realmente quería, quizás todo fue un malentendido y Jungkook solamente estaba confundido, quizás solo tiene miedo de aceptar frente a todos que él, es, ¿Bisexual?
Cuando toqué el timbre, fue Jungkook quien abrió la puerta, una parte de mí se alegró de verle y la otra tembló como un cachorro temeroso. Él, solo dijo pasa y se apartó, pero noté su tono triste y sus ojos hinchados, ¿Jungkook estaba triste? No debería de importarme ¿verdad? después de todo él me dijo cosas horribles, así que solo asentí y me dirigí al salón de mis clases, pero el señor Jeon no estaba allí. Miré desconcertado a Jungkook, pues él había seguido mis pasos hasta afirmarse en el umbral de la puerta.
- Mi padre tiene un atraso, me dijo que lo esperes. No demorará demasiado, así que solo toma asiento, yo estaré en la sala por si se te ofrece algo.
¿Y los insultos?
Sé que no debería de provocarlo, pero no puedo vivir con tanta incertidumbre. Quería saber quién era realmente el chico frente a mí; Jeon: el joven popular que solo me menosprecia, o el Jungkook, el chico dulce que me besó, abrazó y amó toda una vida en una sola noche.
- Jungkook. - Mis palabras fueron interrumpidas por las suyas.
- Lo siento, lo de esta mañana... solo olvídalo. – Asentí y me senté a esperar. Para ser sincero, lo había olvidado desde que entre por esa tan familiar entrada, desde que sus ojos chocaron contra los míos. Lo olvidé porque lo amo, y no puedo estar enojado con él, el corazón no me lo permite. Se estaba por ir cuando inconscientemente le pregunté.
- ¿Estas bien? – Estaba en mi naturaleza estar ahí cuando alguien la pasaba mal porque yo la pasé muy mal y siempre, hasta que llegó Hoseokie, la pasé solo. No quería que Jungkook pasara por ese sentimiento, porque sé, mejor que nadie, que se siente horrible.
- Si yo solo... – No, no estaba bien.
¿Qué carajos estás haciendo Kim Taehyung?
A veces la mente te grita lo que el corazón, enceguecido, no quiere ver, pero necesitaba mas que una voz en mi cabeza para hacer como si no pasara nada y dejarlo así; solo y en ese estado.
No lo sabía, pero no necesité escuchar más para sentir que él me necesitaba y yo estaría allí para consolarlo, así que hice lo que mi corazón me demandó, caminé a su lado y lo rodee con mis brazos, pensé que me empujaría, pero no lo hizo, al contrario, me abrazo con posesividad y hundió su nariz en mi cuello.
- Aquí estoy para ti, puedes desahogarte si lo necesitas. – Mi voz era neutral y mi abrazo lejano, aun no podía, por más que quisiera, superar lo de esa mañana.
