CHAPTER 23

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KIM, TAEHYUNG

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KIM, TAEHYUNG. 

Lee Jong Suk, era de ese tipo de hombres que no decepcionan. Por donde sea que lo vieras, no hace más que poner estándares más altos a la masculinidad. No solamente era un puto caballero, se comportaba como tal. Es ese tipo de hombres que te abren la puerta del coche y te corren la silla en la cena. Tiene elegancia y habla como tal. Y lo mejor de todo; tiene esa capacidad de llenarte de halagos y hacerte sentir deseado, malditamente especial, aunque no fuese necesario y lo que sea que tuviéramos solo implique sexo. Sabía muy bien como jugar sus cartas y eso me fascinaba. Es ese tipo de hombres que enloquecen, que devoran con la mirada, pero que no dejan de verse elegantes al hacerlo.

En nuestra ¿Cita? cenamos tranquilos, reímos por momentos que suelen mantenernos humildes y debatimos alguno que otro tema relacionado con la abogacía. Quizás, en el futuro pueda ejercerla, me sorprendí porque, a pesar de tener un porte frio y sarcástico, tenía un aura positiva, divertida de hecho, algo que lo hacía ver menos intimidante y un poco más humano y cercano a mí. Pero.... Es clara la tensión sexual entre nosotros, para qué ser hipócritas, se notaba a leguas por qué estábamos allí, no podía más que pensar en eso toda la maldita velada, en saber cómo follaba Lee Jong Suk. Quería estar con él en un lugar más íntimo, en ese dónde no existan risas de por medio o datos personales de nosotros que puedan acercarnos más porque, siendo sincero, no me importan. No era como si quisiera conocer la vida de otro hombre al pie de la letra, suficiente tenía con Jeon. Y, es obvio que Lee ya tenía suficiente con la pesada de su mujer, creo que las formalidades estuvieron un poco de más, aunque el banquete estuvo delicioso.

Joder, Jeon Jungkook. No he dejado de pensar en él en toda la condenada velada, no he parado de verlo a través de los ojos de Lee. Ojalá no fueras un completo imbécil y en un futuro termináramos siendo los dos los que compartiéramos una cena así. ¿Por qué carajos te tenía como un príncipe? Lee lo es, no tú, pinche cabrón bueno para nada.

Por fin la cena terminó y nos dirigimos a su coche, en busca de un lugar... más íntimo.

¡POR FIN!

Llegamos a su departamento, claro que desprendía aroma a caro por donde sea que se lo viera. Puso música a ambiente y se quitó su chaqueta, me ofreció algo de bebida que gustoso acepté. Necesitaba calmar a mi desesperado corazón, estaba completamente cabreado con un azabache que lo único que quería era olvidarme de él y no me importaba si era en la cama de Lee o en la que fuese.

Me despojé de mi cacheta y me senté en el sofá, regresó con los tragos en sus manos, se había arremangado su camisa y desprendido algunos botones más, joder se veía tan guapo. Nuestras manos se rozaron y no pude evitar sentí un hormigueo en mi zona baja. Él sintió lo mismo, lo sé por la forma en la que se tensó todo su cuerpo. Verlo contener las ganas era lo más excitante del mundo.

¡A la mierda!

Me canse de tanto suspenso. Si estaba esperando por un consentimiento de mi parte se lo daría, algo obvio teniendo en cuenta de que lo que hacíamos era ilegal y penado por la ley y más para él, quien supuestamente era un abogado con escrúpulos.

¿Y Mi Dignidad? KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora