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KIM, TAEHYUNG.
No podía evitar llorar, una decepción suele sentirse de una manera insoportable y las lágrimas no dejan de salir. Duele de una manera inevitable y enfermiza porque te pincha el interior y te quema toda la sangre y ahí entiendes que llorar es inevitable. Las personas suelen tacharte de enfermo cuando sobrepasas tu dignidad por una persona. Yo la perdí con Jungkook, y lo sabía, entendía que lo que él y yo teníamos no era normal, claro que no, pero no podía evitar llorar al saber que lo perdí y que fue mi culpa porque me elegí antes que él, y eso está bien, porque nadie merece perder su amor propio por una persona que no te valora y yo lo estaba perdiendo por su culpa.
En momentos así, pierdes la noción del tiempo no sabes cuántas películas llevas viendo o cuántos potes de helado consumes, solo te sumerges en el dolor y esperas que eso sea suficiente para sanar las heridas que no hacen otra cosa que sangrar. Lo que, si sabía, es que falté a clases y que la Miss Hyuna canceló mis consultorías con ella porque pensó en mi rendimiento y llegó a la conclusión de que no me hacían falta, me pareció extraño sí, pero agradecí que ella fuera una persona tan buena que pensé en llevarle un presente como forma de agradecimiento, claro que luego, cuando ya me sienta un poco más que la miseria que soy en estos momentos.
Era domingo, y Lee no dejaba de enviarme textos y llamarme, había venido a buscarme, pero Namjoon estuvo ahí para alejarlo. No lo quería cerca, y sé que no tiene la culpa, pero... Ni siquiera soportaba estar conmigo mismo como para estar con alguien más. Era un completo desastre. Con quien si quería hablar era mi mejor amigo, que por suerte del destino me respondió.
- ¿Qué es lo que pasa Tae? ¿Por qué no puedo verte? - La voz detrás del ordenador me devolvió a la realidad. Era Hoseokie o, mejor dicho, su voz detrás de una pantalla oscura.
- Yo... - Odiaba mentirle porque él era muy importante para mí. - Soy un desastre ahora mismo y no quiero que me veas así. – Él, ni siquiera sabía lo de Jeon o Lee y se supone que éramos mejores amigos. Me sentí horrible de ocultarle cosas cuando siempre me lo contaba todo.
- ¿Qué tienes Tae? ¿Es algo grave? Voy para allá ahora mismo si es así. - Su voz, sonaba igual o peor de cansada que la mía y no me gustó. No sé si entienden ese sentimiento de angustia y la desesperación por tratar de evitar el dolor de tus seres queridos, deseas que nunca sufran y no importa ocupar su lugar con tal de que ellos estén bien, así me sentía ahora mismo, no quería que él estuviera mal. Quizás la distancia no le estaba ayudando y su nueva vida le estaba costando y eso me desesperaba porque estaba solo y yo sé cómo se siente eso.
- No, no, no. Estoy bien, solo... - ¿Cómo le decía que estaba roto y que jugaron conmigo todo este tiempo? - Es por Jeon.
- ¿Qué te hizo ese imbécil? ¿No me digas que sigue molestándote? Te juro que le voy a cortar los testículos cuando regrese. - Reí por ello, Hoseokie, siempre tenía ese efecto tranquilizador en mí.
