CHAPTER 25

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Yo solo diré; que falta mucho para el final así que no den las cosas por hecho. 

 

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KIM, TAEHYUNG. 


¿Qué era lo que sentía por Jeon Jungkook?

Ahora mismo, no tenía ni puta idea. Y, no es por el hecho de tenerlo a Lee en mi vida, o quizás sí, no lo sé. El punto, es que si realmente le amara como tanto solía decir, jamás habría aceptado salir con mi mayor, y lo llevamos haciendo por más de una semana y, si les soy sincero, no fue del todo desagradable. Lo digo, porque podría acostumbrarme a él. Acostumbrarme a la bonita forma de tratarme, consentirme, quererme y satisfacerme, a Lee y sus mil maneras de conquistarme.

¿Quién no desearía un hombre como él?

Es perfecto, es todo lo que una mujer u hombre necesitan para ser feliz al lado de una persona que si sabe quererte. Debería de conformarme, de sentar cabeza y, por una vez en la vida, pensar y querer a otro que no sea Jeon. Mirar a alguien más aparte de esos luceros profundos y nocturnos que suelen perderme en otro mundo, su mundo, nuestro mundo. Debería, pero no es tan fácil cuando tienes a esa persona incrustada en el pecho, echando raíces, creciendo contigo en tu interior y creando una planta de cerezos que simboliza esa unión eterna de él y yo, de nosotros. No es fácil, si se trata de ese lindo azabache.

En ese momento, me encontraba en la mesa de uno de los restaurantes más costosos del gran Seúl, frente a mí, un hombre de traje negro, pálido y cabello negro, con aroma a colonia fina y una copa de vino exportado, me escaneaba de pies a cabeza y provocaba el mismo efecto que Jeon Jungkook. Mi interior revoleaba, mis manos sudaban y mis piernas temblaban, me sentía tan correctamente bien a su lado y me gustaba. A diferencia de Jungkook, ese hombre me había invitado a un cenar, si, solo a cenar. Tuvimos otros encuentros, claro está, pero, ahora estábamos allí, cenando en un restaurante rodeados de personas, con un reloj carísimo en mi muñeca, regalo suyo, flores a mi costado y una sonrisa encantadora frente a mí. En una semana, hicimos más de lo que en meses no pude hacer junto a Jeon, o mejor dicho en una vida. Habíamos salido de compras, cenado, conocí uno de sus yates privados, dimos un paseo por el parque, experimentamos cosas nuevas en la cama y comimos comida callejera hasta empacharnos de ella, para luego, visitar un bar en donde bebimos como los adultos que somos; él tequila y yo mi refresco. Lee, era mucho más divertido de lo que parecía, a pesar de ser adulto y pensar con toda esa sabiduría, sabía reír con algunos de mis chistes malos.

¡Me había llenado de regalos super finos y ropa de diseñador, Gucci por supuesto, Versace, Dior, Louis Vuitton, en fin!

A pesar de que nuestra vida juntos, era nocturna, se sentía confortable, mucho más real de lo que teníamos con Jungkook y eso que ni siquiera éramos novios, solo compañeros de cama. Entonces, si Lee me trata así siendo solo eso, ¿qué soy para Jungkook que me trata como la mierda?

¿Y Mi Dignidad? KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora