CHAPTER 34

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Capítulo con temas sensibles.

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Se resalta que los temas aquí tratados, no se describen con la idea de fomentar dicho comportamiento o normalizarlos. Por favor, lee con responsabilidad, objetividad y critica reflexiva. 

JUNG, HOSEOK.

Estar encerrado entre cuatro paredes recibiendo visitas solo en ocasiones, suele joderte la cabeza mucho más de lo que ya la tienes. Todo estaba completamente blanco y lo único que tenía en mi habitación era una cama y la foto de mi pequeño Taehyung, me servía para recordar cuando mis momentos de lucidez se escapaban. Mis padres, aun tenían fe en que me recuperase y olvidara el pasado, pero, ¿cómo hacerlo? Tenía mis manos manchadas de sangre y una de ellas eran las de los padres de mi mejor amigo y... aunque uno intente huir del pasado, siempre regresa, te alcanza, te jode.

Viajar a Estados Unidos fue decisión propia, vivir en un centro psiquiátrico también lo fue, matar gente inocente no lo fue, nunca. Pero, dentro de toda esa oscuridad que rodeaba mi vida, se encontraba una razón, un incentivo; Kim Taehyung. Desde que lo conocí, el sonido de las armas disparando se habían esfumado, las pesadillas y mi pérdida de conciencia también, era como un ángel, sacaba una parte de mí que creí no existía, me hacía sentir bueno. Quizás, por eso estoy aquí, porque quiero sanar de una vez por todas y poder aspirar a un lugar en su corazón, ya sano, completo, seguro y la llegada de Jimin a mi vida recordándome nuestro pasado, solo fue un incentivo para hacerlo porque si, Park Jimin y Jung Hoseok tienen un pasado enlazado, no por decisión propia, no con recuerdos lindos y mucho menos con amor de por medio. Era vil, hostil, cruel y desértico.

Estaba sentado con mis padres en el jardín de ese lugar, era bonito dentro de toda esa fealdad, había un enfermero que me vigilaba porque, por mi historial, estaba calificado como un paciente peligroso. Ojalá entendieran que nunca quise hacerlo, que me obligaron. Escuché a mi madre decir que ese día Jimin y Taehyung asistieron nuevamente a sus sesiones con su nuevo psicólogo, eso me puso feliz, aunque me acordé de Tae, no quiso hablar conmigo después de verme vestido como un enfermo, todo descuidado y somnoliento. Lo entiendo, cualquiera se paralizaría si hablase con una persona que vive en un centro para locos, aunque no deja de doler. Mi padre, por su parte, me comentó que había comenzado a llover en Corea del Sur y que la madre de mi lindo castaño se los había comentado al mismo tiempo que pedía algún contacto de la familia de Jimin, se habían peleado y ahora Tae lo buscaba por todo Seúl.

La palabra familia paralizó mi corazón y comencé a perderme en esa oscuridad, mi padre tiró el teléfono perdiendo la conexión, al mismo tiempo que ambos se abalanzaban sobre mí, pero una melodía me regresó a la realidad, mi teléfono al cuidado de mi madre, estaba sonando. Me recompuse y contesté.

¿Y Mi Dignidad? KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora