CHAPTER 32

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KIM, TAEHYUNG. 

¿Qué duele más, vivir o morir?

Mis pasos fueron disminuyendo cuando escuché la voz de la enfermera y vi su mano señalándome una habitación. Dudando, y con mucho nerviosismo, agradecí por su compañía dándole permiso para marchase. Ahora, solo éramos la puerta y yo, tenía miedo, no podía negarlo, siempre existe la incertidumbre de no saber si te va a correr de su lado, o si te abrazara confundiéndote aún más para luego alejarte como si nunca hubieses importado, con Jungkook siempre es así y para este punto, me da igual.

Con el aire reteniéndose en mis pulmones, ingresé, rogaba porque estuviera dormido, pero no es así, Jungkook a pesar de todo, siempre había sido un chico muy fuerte. Estaba sentado observando por la ventana, más pálido de lo normal, con ojeras, y ahora que lo observaba con más cautela, estaba más delgado de lo que acostumbraba. No era Jungkook, mi Jungkook. Cerré la puerta y con miedo me acerqué hasta quedar a su lado. No decía nada, ni siquiera había notado mi presencia, lloraba en silencio, ese silencio donde las lágrimas caen, pero son solo lagrimas porque la tormenta se desata muy dentro del él, oculta, pero igual o incluso más peligrosa que un tsunami. Me partía el alma verlo así, quería vomitar de la angustia que se acumulaba en mi pecho, nadie merecía sufrir como él lo estaba haciendo y todavía no entendía nada, pero con todo lo que podía observar, sabía que lo habían destruido, no físicamente, porque gracias a dios seguía a mi lado, sino psicológicamente y eso es mucho peor.

¿Qué fue lo que le hicieron? ¿Quién fue capaz de lastimarlo de esa manera? ¿Por qué no se defendió? ¿Por qué nunca me dijo nada?

Pensé en el poder que tenía esa persona sobre él y temblé, tenía que ser alguien muy fuerte, temido, y respetado para que no se defendiera. Conocía a Jungkook, sabía que nunca se dejaría de nadie, es más, nadie se atrevía a meterse con él porque no la contaban, todo el Instituto lo sabía. Por eso tenía miedo, porque se dejó herir, eso no es normal en él.

Tomé aliento, casi sintiendo que moría, era una situación que no sabía cómo manejar, no tenía ni idea de qué decir y qué no. Tenía miedo de dañarlo mucho más de lo que ya estaba, miedo de preguntar y descubrir que, detrás de esa fragilidad, había cosas aterradoras mucho más peores de lo que ya eran. Tenía pánico de conocerlo y no saber cómo lidiar con el verdadero Jeon, con su naturaleza, y no con la fantasía utópica que mi estúpida cabeza había imaginado, sentía miedo y existía la duda de si podría lidiar con algo así o si saldría corriendo cuando la tempestad se desate. Tenía miedo de fallarle como lo hice con Hoseokie. Es una completa miseria sentirse así.

- Jungkook.... – Nada, ni siquiera me miró. – Jungkook yo...

- Lo siento tanto, Tae. - No quería que se disculpara conmigo. ¿Por qué lo hacía? Los dos fuimos el resultado de nuestros errores y de la falta de amor propio que nos teníamos. Ahora, es absurdo pedir disculpas.

¿Y Mi Dignidad? KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora