⊱𝐋𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨⊰ L.S

⊱21⊰ᵐᵉᵉᵗⁱⁿᵍ-ᶻᴺᴸ

Su cama se siente tan fría hace mucho tiempo no pasaba sus viernes tan solo, podría fácilmente llamar a alguien para hacerle compañía pero su mente no a dejado de dar vueltas con el asunto de las dos personas que conoció recientemente.
En verdad la gusta niall y siente que podría llegar a ser un muy buen sumiso para él, el chico tiene lo suyo. Y por otro lado está Liam el doctor que es tan inteligente y amable, a él lo mira y algo en su cabeza le dice que podría ser el esposo perfecto, jamás pensó en matrimonio es algo que le parecía absurdo hasta que vio esos ojos marrones, su corazón se acelera cada vez que lo ve, pero con él no le pasa lo que con Niall, a Liam le quiere hacer el amor, cuidarlo y hacer toda esa mierda cursi que jamás pensó que querría alguna vez. Y a Niall lo quiere poseer, quiere tenerlo a sus pies rogándole por más, pero también cuidarlo de alguna manera.

Su mente es un desastre se a tomado dos aspirinas para el dolor ya que de tanto darle vueltas al asunto le duele horrible, a pedido a toda la servidumbre irse, quiere estar solo.
Toma su teléfono y entra al chat de Liam está preguntándole el cómo está, no le contesta y va al de Niall, este quiere saber si se pueden ver, le dice que estará en un antro a las nueve PM por si quiere ir, seguido de la ubicación en tiempo real.

Suelta un suspiro y decide que debe arreglar esto de una vez, así que reenvía los mensajes de Niall y se levanta de su cama. Se quita el short y se pone su elegante pantalón de vestir junto a una camisa negra, no lleva saco la noche no es tan fría, no lo necesitará. Baja a su cochera y decide irse en su Mercedes no quiere llegar con algo tan llamativo.

El antro parase ser un prescolar, jóvenes de menos de 23 años están haciendo fila para entrar no es que el sea viejo tiene 29 años pero siente que aún con veinte se es muy inmaduro. Con una mirada al guardia y unos cuantos euros pasa sin hacer fila, el dinero en verdad mueve al mundo. Cuando se adentra ve a todos esos jóvenes borrachos o tal vez drogados bailando y fajando en plena pista de baile, el lugar está demasiado lleno que para llegar a la barra en verdad siente que varias chicas se han pegado a su miembro más de lo normal.
Pide un whisky doble, el sabor dulce y amargo a la vez se sienten como gloria en su  garganta. Mira el lugar buscando entre las luces neón y la gente a ese irlandés que lo tiene vuelto loco.

— Creí que no vendrías – dice esa voz que tanto le gusta a su lado.

Voltea y ahí está el pequeño Irlandés con sus ojos azules brillando por el alcohol.

—Salí temprano del trabajo, así que decidí darme una vuelta. – se endereza quedando así más alto que Niall, bebé un trago de su bebida.

Niall se pasa la lengua por los labios nervioso, en verdad ese hombre lo pone mal.

—Mis amigos están por allá, ven – lo toma de la mano y lo dirije a unos sofás con más jóvenes.

Al llegar saluda a todos con elegancia y toma asiento junto a Niall, este no deja de hablar y reír con sus amigos sin dejarlo olvidado es tan tierno el cómo integra a Zayn a todo, sus manos están tomadas por debajo de la mesa y el mayor ya va por su quinto trago cuando mira a la puerta y ve entrar al hombre que hace que su estómago sienta esas mariposas de las que todo el mundo habla.
Suelta la mano de Niall y se levanta junto en el momento en que los ojos marrones lo miran, este de acerca a la mesa y con mejillas sonrojadas saluda a todos, Niall lo mira con una mueca y no pronuncia palabra al saludo de Liam.

Zayn pone un banco a su lado así quedando en medio de las dos personas que lo traen loco.
Un barman se acerca con una ronda de shots de tequila todos toman uno y hacen un brindis al azar, Niall no a dejado de mirar a Liam con enojo, esta muy cerca de Zayn sus rodillas tocándose, el en verdad está muy celoso.

—¿Y de dónde se conocen? –pregunta Niall rompiendo el silencio que se formó con ellos tres.

— Soy médico y atendí a un amigo de Zayn en mi consultorio – toma la palabra Liam.