Fuera de control (pt 2)

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Manjiro se había aislado por decisión propia en el bosque. Había pasado más de una semana desde que no lo veían. Takemichi había salido en busca de él, pero no tuvo éxito en encontrarlo.

-Él está bien... Cuando era un adolescente rebelde solía hacer lo mismo -decía Shinichiro, entregándole a su cuñado una taza de infusión de hierbas para ayudarlo con el estado de nerviosismo -En una oportunidad le perdimos el rastro por casi dos meses. Ya regresará.

Takemichi asintió con tristeza, sentado en el sofá de la sala. Un chico se sentó a su lado luego de saltar el sofá desde la parte posterior.

-Su compañero debe ser toda una fiera en la cama o debe tener un miembro muy grande. Esa es la única explicación que puedo pensar en este momento para comprender porqué lo busca con tanta desesperación -dijo Nana pensativo sujetando su mentón.

-Nana... No es el momento, vete de aquí -dijo Wakasa espantándolo con una revista. Nana huyó de regreso a su habitación junto a Tadao mientras reía.

Hanagaki suspiró con tristeza, Manjiro había causado mucho daño esta vez. Tadao fue el segundo más perjudicado en esta oportunidad, pues su pierna derecha y una costilla habían sido fracturadas.

-¿Cómo está Toshiro? -preguntó Wakasa sentándose con su característica expresión de aburrimiento frente a Takemichi.

-Se recupera muy rápido -dijo mirando la taza en sus manos -Kin no ha querido apartarse de su lado, y ha estado comiendo muy poco... Esta vez si le afectó lo de Mikey.

Shinichiro gruñó mientras comenzaba a quitarse la ropa.

-¿Qué planeas hacer? -preguntó Wakasa levantando una ceja.

-Iré por el idiota ese. Takemichi no puede estar exponiéndose a que algo le pase por buscarlo -dijo antes abrir la puerta y salir transformado en un lobo negro.

Wakasa exhaló molesto. Mejor acompañaría a Takemichi de regreso a su hogar.






Kin dormía profundamente, acurrucado a su lado, y eso le preocupaba demasiado. Su compañero dormía casi todo el día y cuando estaba despierto sólo se dedicaba a ayudarle.

Cuando dijo que sus heridas que Mikey le había provocado no habían sido serias, mentía. Su cuerpo colapsó debido a la perdida de sangre, los músculos desgarrados y los huesos fracturados. Su suegro era tal cual los rumores hablaban de él.

Durmió por casi dos seguidos, y cuando despertó se encontró con su compañero limpiando las curaciones que le habían hecho.

-Cariño, por favor -decía acariciando su cabeza para despertarlo con suavidad -Tienes que comer algo ahora... Piensa en ti, y en nuestro cachorro.

Kin gimoteó dándole un par de lamidas a sus dedos. Se levantó para dar un par de vueltas, acomodando las mantas bajo él y volvió a recostarse, dejando su cabeza sobre el regazo del alfa para que así siguiera acariciando su cabeza.

-Yo estoy mucho mejor -decía pasando su mano por el suave pelaje del lobo mostaza -Tienes a todos preocupados, Kin.

Alguien golpeó la puerta de la habitación. Seguramente era Kane o Kenji para entregarles algo caliente de beber, cómo siempre lo hacían a esa hora del día.

Kin se levantó rápidamente, a pesar de que hacer eso lo mareaba, cuando Manjiro apareció tras la puerta.

El omega se posicionó sobre Toshiro y comenzó a gruñirle a su padre. Mikey comprendía su actitud, por lo que tuvo que levantar sus manos para mostrarle que no estaba con la disposición de causar más alboroto o hacerle daño al otro alfa. Sin embargo Kin no parecía confiar en él, pues seguía gruñendo, incluso llegó a mostrarle los colmillos, cosa que nunca antes había hecho. Y aquello era como una daga que se clavaba profunda en el pecho de Mikey.

-Pequeño... Te prometo que no le haré nada -decía caminando muy despacio hacia ellos.

El omega continuó enseñándole los dientes, siguiendo cada uno de sus movimientos. No podía bajar la guardia frente a su padre.

Una mano acarició una de sus patas traseras. Kin giró su cabeza lo suficiente para mirar de reojo a Toshiro. El alfa le pidió que se calmara y que dejara de gruñir tanto. El lobo bufó recostándose a su lado, con la mitad del cuerpo sobre su regazo para atacar en caso de que su padre intentara hacerle algo al herido alfa.

Manjiro se inclinó delante de ellos en un gesto impensable para alguien tan orgulloso para él.

-Les pido perdón por mis irracionales acciones. Causé mucho daño y estoy muy arrepentido por eso -dijo aún inclinado -No tengo excusa razonable para lo que hice... Perdí el control ante mis impulsos.

Toshiro dirigió su atención a Kin, quien gimoteaba a muy bajo volumen. Su pareja había sufrido mucho últimamente, y eso le generaba un malestar general. Acarició el lomo del lobo con cuidado, sintió mucha tristeza al sentir algunas vértebras sobresalientes debido al peso perdido por no comer adecuadamente.

-Toshiro, te pido que una vez que te recuperes te vayas de aquí y no regreses -dijo Mikey levantando la mirada.

Kin levantó la cabeza y comenzó a gruñir levemente. Su padre seguiría en la misma postura sobreprotectora, incluso ahora había llegado al atrevimiento de querer alejarlo de su compañero.

-Y por favor, cuida muy bien de mi cachorro... Porque por más que pasen los años, y que ahora espere un bebé... Él siempre seguirá siendo ese pequeño e indefenso cachorro que llegó de sorpresa a mi vida -dijo volviendo a bajar la mirada, sin levantarse aún -Kin... Tú, más que nadie, mereces ser feliz y estando aquí, cerca de mí, nunca lo serás. Por eso es que te dejo ir una vez más, pero esta vez será algo definitivo...

Kin sentía que el aire le faltaba. Su corazón estaba tan destrozado por las palabras de su padre. No alcanzó a responderle, pues Manjiro dió una nueva reverencia antes de salir de la habitación. Y Toshiro no le permitió ir tras de él para evitar que volviera a romper su corazón al ser rechazado por su padre, quien había vuelto a salir de casa para desaparecerse una vez más.

El omega se metió bajo las mantas y se acurrucó apegado a su compañero. No se sentía bien, y sólo pudo pensar que una siesta le ayudaría. O eso solía decirle Mikey cuando era pequeño y enfermaba.

Lo Salvaje en la Sangre [Tokyo Revengers] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora