-¡Por favor, Kazutora! -rogaba Yuki con desesperación -¡Ayúdame con esto!
El hombre estaba en una gran encrucijada. El omega había llegado hasta su hogar completamente desaliñado, y con varias marcas de besos en el cuello.
-¿Te marcó? -preguntó de brazos cruzados apoyado en el marco de la puerta.
-No lo sé -respondió con la voz quebrada -Creo que no alcanzó.
Kazutora exhaló molesto. Con algo de brusquedad giró al chico para revisar su nuca. Gracias a dios que no había marca allí. Aprovechó de darle un golpe en la cabeza para comenzar con su regaño.
-¡¿En qué estabas pensando?! -preguntó claramente enojado. El omega hizo un gran puchero antes de empezar a lagrimear en silencio.
El hombre lo hizo pasar a su sala para evitar armar un gran escándalo y que todo el mundo terminara enterándose de lo ocurrido.
-Yo...no sé que pasó -dijo Yuki aferrado a un vaso de agua -Perdí el control de mi mismo cuando lo ví y sentí sus feromonas...
-Pensé que manejabas bien ese asunto de las feromonas de los alfas -dijo el hombre quitándose la ropa de a poco -Como sea... Tú quédate aquí, iré a avisarle a Baji que estarás en mi casa hasta que las marcas que ese tipo te dejó desaparezcan.
Yuki se quedó contemplando la espalda de Kazutora. No era tan amplia como la de su padre, pero tenía tantas cicatrices como la de él. No era de extrañarle, pues Keisuke siempre le contó de sus aventuras con Kazutora en su juventud antes de conocer a Chifuyu. El dúo solía meterse en muchos problemas, y casi siempre terminaban en peleas y muy lastimados.
-Me vas a hacer un agujero en la nuca -bromeó acomodándose bien el pantalón. Ya no se sentía cómodo con la idea de desnudarse frente al chico para transformarse -Ve a la habitación de invitados y descansa allí. Yo volveré pronto.
El omega asintió con un leve sonrojo poniéndose de pie para ir al cuarto indicado por el mayor.
Kazutora salió de su casa, y con pesar masajeó su nuca. La situación estaba siendo demasiado difícil para él.
Estaba ya de camino a casa de Keisuke y Chifuyu, cuando se topó con un par de lobos desconocidos. Gruñó para espantarlos y hacer que se retiraran del territorio, y entonces fue que captó el olor que Yuki llevaba impregnado en su piel.
De un salto, se lanzó sobre uno de los lobos rojizos y no tuvo tantos problemas en someterlo.
-¿Cuál es tu problema? Ya nos estábamos yendo -dijo su hermano tratando que calmar el ambiente.
El lobo negro seguía gruñendo fuerte, mostrándole los colmillos al otro animal, que trataba de escapar a toda costa de él, pues no le convenía pelear, pues llamaría mucho la atención y sería atrapado junto a su hermano.
-¡Fuiste tú quien le robó la inocencia a Yuki! -gruñó transformándose para apretar el cuello del animal con ambas manos.
Kazuma tuvo que empujar al hombre para evitar que siguiera estrangulando a su gemelo, pues el chico había perdido las ganas de pelear luego de escuchar el nombre del pequeño omega.
-¡¿Cómo sabes de él?! -preguntó Kazuya saliendo del shock -¡¿Qué tienes que ver con mi destinado?!
Kazutora sintió aquellas palabras como un puñal en el pecho. Su pelusa efectivamente había encontrado a su compañero, y eso dolía como el maldito infierno.
Los gemelos aprovecharon la distracción del hombre para huir del lugar. Kazutora furioso, viendo cómo se alejaban a toda prisa, golpeó el tronco del árbol más cercano a él, con el objetivo de desahogar la rabia que sentía.
-¿Estás seguro de eso? -preguntó Keisuke cruzando la pierna, observando con la ceja levantada.
"Los vi con mis propios ojos" dijo Kazutora sentándose frente a él después de sacudirse las hojas secas en su pelaje.
-Nunca pensé que los gemelos Haitani tendrían la osadía de meterse en nuestro territorio -dijo el alfa poniéndose de pie con una expresión de fastidio -Ahora que sabemos que son ellos, podremos darle caza...
Kazutora suspiró. Aunque lo que estaba por hacer le dejara un sabor amargo en la boca, debía de hacerlo por el bien de Yuki. Se interpuso en el camino de su amigo, evitando que siguiera avanzando. Keisuke le miró confundido, pues esperaba que el beta le acompañara para ir en busca de los gemelos revoltosos.
"Lo siento, no puedo dejarte ir" dijo sosteniéndole la mirada a un ya encabronado Keisuke. "Uno de esos idiotas es el compañero destinado de tu hijo".
Estúpidamente, Baji miró a su hijo menor quien estaba ya preparado para acompañar a su padre para ir tras los gemelos. Chifuyu, que presenciaba todo desde la comodidad de un sofá y en completo silencio no fue capaz de contener su risa.
-De Yuki -dijo entre risitas.
Baji no dijo absolutamente nada. Volvió a sentarse y se quedó mirando a Kazutora, esperando que le dijera que todo era una broma de muy mal gusto. El lobo negro le dio la espalda y se encaminó hacia la salida. Toshiro le abrió la puerta, aún con una expresión de incredulidad en su rostro.
Keisuke estaba conteniendo todas sus emociones, y Chifuyu estaba al tanto de eso, por lo que tuvo que ir hacia él y sentarse a su lado para sujetar su rostro entre sus manos. El alfa abrió su boca, pero su compañero no le permitió decir palabra alguna, poniendo un dedo en sus labios.
-Sabías que esto sucedería algún día -dijo el omega frunciendo el ceño.
-Pero es nuestro cachorro -dijo tomando la mano de su compañero y llevándola a su pecho.
Toshiro bromeó haciendo una arcada y diciendo que saldría a dar una vuelta para no vomitar la alfombra de la sala. Chifuyu le lanzó un cojín directo a la cabeza cuando salía.
-Buen tiro -dijo Keisuke dejando caer todo su peso en el respaldo del sofá -Nuestro cachorro... ¿Por qué tenía que ser con uno de esos idiotas? Aunque no me guste admitirlo, Kazutora era una mejor opción.
Chifuyu rió asintiendo, apoyando su cabeza en el hombro del alfa.
-¿Quieres que mejore tu ánimo? -preguntó con voz juguetona.
Keisuke se irguió de inmediato ante las palabras del omega.
-Papá quiere nombrarte en el siguiente líder de nuestra manada -dijo con una gran sonrisa.
El alfa se sintió desilusionado, realmente esperaba que su compañero lo alegrara de otra manera. Tuvo que pretender estar muy feliz con lo que apostaba y estaba muy seguro debía ser un gran secreto.
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Lo Salvaje en la Sangre [Tokyo Revengers] [Omegaverse]
Fiksi UmumSecuela de "Salvajes por Naturaleza" Nadie dijo que la paternidad sería fácil, pero tampoco les dijeron lo rápido que los cachorros crecen. ACLARACIÓN *Los personajes de Tokyo Revengers no son de mi propiedad. Créditos a su autor* *La historia si es...