Extra inesperado (parte 2)

730 114 43
                                    

Hiro había confiado en el chico lo suficiente como para acercarse lentamente hasta él y terminar con la cabeza reposada sobre su regazo, y de esa forma poder recibir sus caricias que tanto lo reconfortaban.

-¿Habrá sido el destino quien te trajo hasta este sitio? -se preguntaba viendo las chispas de madera subir y extinguirse en el aire.

La respiración del lobo se hizo más acompasada, por lo que supuso que se había quedado dormido. Se quedó tranquilo y pendiente a la entrada de la cueva por si alguien más decidía entrar. Escuchó unos pasos fuera, así que se puso en estado de alerta. No deseaba despertar al lobo, por lo que levantó su cabeza lo suficiente para poder sacar sus piernas y luego fue bajándolo lentamente para que no se diera cuenta que ya no estaba ahí.

-Te lo diré sólo una vez -dijo caminado hasta ponerse delante del lobo dormido cuando alguien se atrevió a entrar a la cueva -Sal de aquí, sino quieres que arranque una pierna.

-Sólo vengo por el lobo tras de ti... Déjalo ir, y puedes quedarte con tu horrible cueva -dijo caminando hasta quedar visible a la luz de la fogata -Yo te arrancaré la pierna si no lo dejas ir.

Ambos se miraban con una expresión seria, y no movían músculo alguno de tan tensos que estaban. El lobo tras de ellos resopló por su nariz en pleno sueño, y fue suficiente para que los dos alfas se transformaran rápidamente. Ahora dos lobos de gran tamaño se gruñían y mostraban los dientes como amenaza.

Hiro despertó por las vibraciones del suelo. Chilló debido a la sorpresa que le generó ver a dos lobos enfrascados en una sangrienta pelea. Estaba realmente asustado por la imagen. Pudo reconocer a su tío como uno de los lobos, así que tenía que separar la pelea como fuera. Volvió a su forma humana y tembloroso decidió interrumpirla agarrando al lobo color mostaza que era Jun. El otro se detuvo de inmediato al ver cómo el omega se interponía entre ambos.

-¡Jun! ¡No! -gritaba viendo que su tío aún trataba de ir tras el lobo oscuro manchado que ya había retrocedido para evitar lastimarlo -¡Jun! ¡Malo!

Y ahí se detuvo por fin. El lobo mostaza se sentó y comenzó a gimotear, restregándose con desesperación contra el chico. El lobo moteado veía a Hiro muy enfadado utilizando lenguaje de señas regañando al otro alfa. Quedó sorprendido al ver cómo el lobo iba haciéndose cada vez más pequeño a medida que Hiro lo regañaba más y más. Finalmente lo vio ponerse de pie y salir con una pequeña cojera de la cueva y con la cola entre las patas.

Mako podría jurar que Hiro echaba humo por las orejas de tan enfadado que estaba.

-¿Estás bien? -preguntó después de colocar su mano sobre su hombro para llamar su atención.

Hiro asintió con su cabeza. El alfa se sobresaltó cuando el chico comenzó a revisarlo, al parecer estaba buscando heridas en su cuerpo.

-No sabía que hablabas lenguaje de señas -expresó con movimientos de manos, cosa que hizo que Hiro abriera sus ojos muy sorprendido -En mi manada hay varios que lo utilizan.

El omega estaba atónito. Era la primera vez que se encontraba alguien que pudiese comunicarse con él a ese nivel. Sus ojos se llenaron de lágrimas y al no poder contenerlas, comenzó a llorar sin consuelo. Mako lo abrazó luego de dudar si aquello podría incomodarlo más, así que tuvo que preguntarle antes.
Ya más calmado, Hiro tenía que salir de la duda sobre cómo el alfa había aprendido la lengua de señas. Allí Mako le explicó que era el siguiente en la línea de sucesión de líderes de su manada, por lo que tuvo que aprender a comunicarse con todos los miembros de su manada. También le explicó por quienes estaba confirmada su comunidad.

-Un lobo sordo no es bienvenido en la mayoría de las manadas, así que tarde o temprano terminan en la nuestra -dijo con una pequeña sonrisa.

-¿Eres de la manada Kurokawa? -preguntó con real interés.

-Mako Kurokawa a tus órdenes -se presentó con una sonrisa más radiante -Quiero saber tu nombre, compañero.

Hiro lo miró confundido ¿Le había llamado compañero?

-Hiro Baji -dijo con su propia voz.






Jun se paseaba como león enjaulado, aguardando a que Hiro saliera del bosque. Manjiro estaba perdiendo la paciencia con él, así le puso el pie para que tropezara y dejara de moverse tanto.

-Eres irritante -dijo molesto el alfa mayor -Ni siquiera conseguiste pareja por estar de perro guardián.

-Tendré más suerte la próxima vez -dijo limpiándose la tierra de sus pantalones -Sólo quería saber que Hiro no se encontrara con un patán.

-Volviste con una pata herida y con el rabo entre las patas... Algo me dice que el patán fuiste tú -regañó Takemichi jalando su oreja con fuerza -Te dijimos que Hiro podía con esto.

Jun escuchó la risa burlesca de sus hermanos detrás de él. Kin desordenó el cabello de su hermanito antes de sentarse a su lado, esperando la llegada de su cachorro mayor.

-Te dije que te preocupaba demasiado por él... Ahora debe haber un omega solitario por ahí pensando que el destino no puso a nadie en su camino sólo porque tú no quieres darte cuenta que Hiro ya no necesita de tu sobrecuidado... Él puede con muchas cosas, y eres el único que no quiere darse cuenta de eso -dijo con voz suave -Hasta el viejo dejó de ser tan aprehensivo con él.

Manjiro le dió un suave jalón de cabello a Kin por llamarlo viejo, haciéndolo reír.
Jun suspiró molesto poniéndose de pie, y a regañadientes volvió al bosque. Aún quedaba algo de tiempo, así que algo podría hacer.

-Apuesto dos conejos y un jabalí a qué no lo logra -bromeó Kane de brazos cruzados al ver a su hermano perderse en la oscuridad del gran bosque.

-Dos jabalíes -dijo Manjiro, riendo al ver la mala cara que Takemichi le puso.

La familia quedó en completo silencio, anonadados al ver a Hiro salir del bosque en compañía de un chico. Todos se giraron a ver a Manjiro quien ya se había puesto muy tenso. Tadashi para ese momento había regresado luego de ver unos asuntos sobre la manada. Ya estaban preparados por si el alfa mayor perdía los estribos. Pero nadie esperó la reacción de Manjiro quien apuntó hacia la pareja con su dedo, con la boca abierta. El chico que acompañaba a Hiro se comunicaba con él a través de lenguaje de señas.

-Y yo que quería algo de acción hoy -se lamentó Manjiro sentándose de brazos cruzados sobre un viejo tronco -Así no puedo.

Todos dejaron salir un suspiro de alivio.

Hiro sonrió al ver a su familia y los saludó con una mano, mientras que con la otra tomaba la de Mako para apresurarlo y llevarlo a conocer a todos. Después tendrían tiempo para arreglar las cosas con Jun.









N/A: tenía pendiente este extra hace mucho tiempo jajajaja espero que les haya gustado, y ahora sí siento que puedo dejar ir esta historia 😌

No se olviden que tengo otra que ya está por llegar a su fin, y también de temática Omegaverse 😁 "¿Bajo control?" Para que le den una oportunidad.

Lxs quiero mucho!

🎉 Has terminado de leer Lo Salvaje en la Sangre [Tokyo Revengers] [Omegaverse] 🎉
Lo Salvaje en la Sangre [Tokyo Revengers] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora