Capítulo 5. Llegada a Bagdad. Se busca traductor.

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Capítulo 5. Llegada a Bagdad. Se busca traductor.

Bagdad, 1179.

Tras varias semanas interminables de viaje, Arya, Anand y los demás, llegaron a Bagdad.

Es cierto que se habían retrasado bastante y habían llegado más tarde de lo esperado, ya que, no solo tuvieron que coger una ruta diferente a la previamente restablecida, una ruta algo más larga que la habitual que habían tomado por seguridad, sino también porque, uno de los hombres que les acompañaban, Devdan, se había encontrado mal durante unos días y debieron parar el viaje para cuidarlo. También se pararon en algunas zonas donde intentaron sonsacar algo de información necesaria para ellos.

Pensaban quedarse allí un tiempo buscando a un traductor o dos. O al menos, lo intentarían. Aunque tanto Arya como Anand sabían árabe y kurdo, ya que sus familias habían deseado que los aprendieran, ya que por una parte, había cierto comercio con los árabes y kurdos, y sabían que en Jerusalén, uno de los idiomas que se hablaban era el árabe, sabían que los idiomas que se hablaban eran el latín y el francés, de igual manera que ellos hablaban el tamil. Así que necesitaban a alguien que hablase alguno de estos idiomas.

De esta manera, querían poder hablar con el máximo número de personas, para poder encontrar a Jaidev, lo más rápido posible.

También buscarían algo de información sobre el hermano de Arya allí. Sabían que la caravana que Jaidev escoltaba, se dirigía hacia Bagdad, y es bastante probable que después de su captura, sí que pasaran por esta ciudad.

De esta manera podrían tener una idea más amplia de lo que había sucedido.

Lo primero que hicieron fue buscar un hospedaje, en alguna posada decente, para unos cuantos días. Llevaban suficiente dinero para pagar al menos un mes y medio, pero esperaban tardar menos.

Tras lograr un lugar decente donde dormir, comenzaron a organizar y guardar las cosas. Cogieron tres habitaciones, una para Arya y dos para Anand y los demás.

Tras guardar sus cosas, Arya fue al baño del hospedaje para pegarse un baño. Lo hizo lo más rápido posible, para reunirse con los demás lo más pronto posible y así comenzar con todo lo que deben hacer.

Se reunieron en la entrada del hospedaje, y con la información que le había dado el dueño del hospedaje, se dirigieron al bazar.

Una vez allí, comenzaron preguntando por el comercio de esclavos. Les costó que se abrieran ya que su búsqueda no era para comprar o vender un esclavo, sino más bien para rescatar a uno. Pero tanto esfuerzo tuvo sus frutos y lograron saber a donde se tenían que dirigir para preguntar sobre la compra - venta de esclavos, todo gracias a un anciano que les dio la información. Una vez llegaron a donde les habían dicho, observaron bien el lugar y empezaron a preguntar. En un principio, nadie quiso informar de nada. Se negaban a hacerlo.

Eso frustraba mucho a Arya.

Tras un tiempo insistiendo, consiguieron que les informaran que hace unas semanas, había salido una caravana con esclavos que se dirigía a Jerusalén. Esos esclavos podrían tener dos opciones, o eran comprados en Jerusalén y se quedaban allí o en alrededores o los enviarían a otros países para venderlos allí. Por lo que explicaron, esos esclavos, se parecían bastante en rasgos a ellos, por lo tanto era bastante probable, que fueran los que habían sido raptados junto con Jaidev. También les informaron, que algunos de ellos habían sido comprados en Bagdad por algunas familias poderosas y comerciantes. Y aunque tenían registros de las compras de los esclavos y éstas eran públicas, no quisieron dar más información. Por eso, debían asegurarse, de que entre ellos no estuviera Jaidev.

- Debemos dividirnos. - dijo Anand. - Hemos tenido suerte, que aquí estuvieran tanto tiempo, pero no sabemos, si sucederán lo mismo en Jerusalén, asi que cuanto antes sepamos si Jaidev, está aquí o se dirigió a Jerusalén, mejor.

- Bien, yo iré con Madhur y Devdan, tú ve con Harí - respondió Arya. - Ve a la zona noble, creo que ahí podrás moverte mejor, yo iré a la zona de los comerciantes, seguramente llame menos la atención.

- Me parece bien. - contestó Anand. - Nos veremos al anochecer en la entrada del hospedaje. Así lo hicieron. Durante todo el día estuvieron de un sitio a otro de la ciudad, pero no consiguieron nada, así que al anochecer regresaron al hospedaje. Tardaron bastantes días en recabar toda la información y en averiguar qué nadie con un aspecto parecido a Jaidev no aparentaba estar en la ciudad, asique tomaron la decisión de ir a Jerusalén. Aunque por supuesto, no las tenían todas consigo.

La ciudad era grande y aunque habían abarcado todo lo posible, era probable que hubiera algo que no viesen o que no les hubieran contado. Era una posibilidad.

Peor debían seguir, con la esperanza de encontrar a Jaidev en Jerusalén.

Mientras cenaban en la hospedería, conversaban de cuáles eran los siguientes pasos que deberían dar.

- Pienso que deberíamos buscar ya un traductor. - dijo Anand. - Y marchar lo antes posible.

- Mejor dos traductores, por si debemos dividirnos en Jerusalén. - dijo Arya.

- Son demasiados prima. - contestó con desdén Anand. - Allí también se habla árabe. No hacen falta dos traductores. Con uno sería suficiente para los que vayan hablar con los Francos. Con los demás podemos utilizar el árabe.

- La señora tiene razón. Es mejor dos traductores. - dijo Madhur. - Si en Jerusalén nos dividimos, un grupo puede encontrarse sin alguien que sepa árabe. Así que es más seguro y rápido hacerlo así.

- Me parece un gasto excesivo, pero si los demás pensáis así, queda todo dicho. - dijo Anand.

- Seguro que podemos llegar a un acuerdo económico con los traductores. No creo que haya ningún problema. - puntualizó Madhur.

Arya agradeció el apoyo de Madhur. Sabía que por el hecho de ser mujer, sus ideas se hacían de menos, y su apoyo era como la validación que no le solían dar.

Al día siguiente, fueron en búsqueda de los traductores.

Encontraron a dos que se adecuaban a las necesidades que tenían.

Les costó bastante que aceptaran el encargo, pero finalmente, gracias al manejo de Madhur y Haría, consiguieron convencerlos, y llegaron a un acuerdo.

Tuvieron que ceder en algunos temas, pero no fueron demasiados, así que los pudieron asumir. Tras llegar al acuerdo y quedar al día siguiente al amanecer, para salir a Jerusalén, se dirigieron al bazar, para comprar lo necesario para seguir el viaje, ya que si todo iba bien, no volverían a hacer ninguna parada hasta llegar a la ciudad de Jerusalén.

Les quedaba poco tiempo de viaje. Si iba todo bien, no tardarían más de 9 o 10 días caminando.Arya esperaba que no surgiera ningún problema.

Los traductores, le habían dado buenas vibraciones y no creía que fueran a darles problemas. No tendrían más que unos 22 o 23 años. Eran ambos hermanos gemelos. Su piel oliva, su barba oscura y bien arreglada, su altura, su porte, sus vestimentas y turbantes bien colocados, les hacían bastante atractivos a ojos de Arya.

Inmersa en sus pensamientos, no se dió cuenta cuando se quedó dormida, ni cuando llegó la hora de despertarse.

Antes de bajar a tomar algo, con su primo y Madhur, Harí y Devdan, se pegó un baño rápido y recogió lo poco que le quedaba por recoger en la habitación.

Nada más llegar al comedor, los cuatro, ya la estaban esperando.

- Tardaste Arya. - reprendió Anand.

- Siempre tardas más que yo y debemos esperarte. Por un día que esperes por mí, no pasará nada. - respondió Arya, haciendo que su primo se ruborizarse.

Tras desayunar, pagaron por los días que pasaron en la hospedería y salieron a buscar a los traductores.

Éstos los esperaban con dos caballos, cerca de la hospedería.

Tras saludarse, comenzaron de nuevo el viaje. Ahora sí, hacia Jerusalén.

P.D: Se que este capítulo es algo más corto y más coñazo pero ayuda a la trama y a que se desarrolle algo mejor.

P.D.2: Ya queda menos para que se conozcan los protagonistas.

En tierras extrañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora