Capítulo 14. Arya conoce a la posible prometida del Rey

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Capítulo 14. Arya conoce a la posible prometida del Rey.

Arya tuvo que esperar para poder ver al Rey, ya que tenía una reunión bastante importante, según le había dicho Tiberias. Cuestiones comerciales, había dicho.

Se notaba cierta tensión en el ambiente y se escuchaba la voz de un hombre bastante alterado que salía de los aposentos del Rey.

- No entiendo que acepte el compromiso de su hermana y sin embargo a nosotros nos tenga aquí esperando una respuesta, señor. - dijo Francesc Dubois, mirando al Rey mientras su hija estaba detrás suya con cara de angustia. - Parece que nosotros no importamos.

- El compromiso de mi hermana era un tema que ya no podía eludir. Además, por mucho que sea mi hermana y que tanto la Haute Cour como yo debamos aceptar dicho compromiso, no tiene nada que ver con mi persona, ni con mi posible compromiso con su hija. - contestó Balduino con algo de desidia.

- Claro que tiene que ver. Son ambos parte de la familia real. No pueden favorecer de esta manera a la familia Lusignan y a nosotros dejarnos esperando. - dijo Francesc.

- ¿Cree que casarse con algún miembro de la familia real  favorece a esa familia? - preguntó el Rey bastante molesto. - Que sepa que pertenecer a la familia real no es algo que solo favorezca. Trae considerables obligaciones y una carga sobre los hombros, obligaciones y cargas que no todo el mundo está capacitado para soportar.

- ¿Piensa que no estamos capacitados para este compromiso, señor? ¿Qué mi hija no podrá ser una buena Reina? ¿Qué no estaremos nosotros a la altura como familia política suya? - preguntó Francesc.

- Pienso que no sois conscientes de eso, señor. - contestó el Rey con seriedad y mirando fijamente a Francesc mientras esté se llenaba más de ira.

- Nosotros somos conscientes de lo que sería entregarle a nuestra preciada hija, señor, pero usted parece más entretenido en esa extranjera que viene todos los días. A saber que viene a hacer en sus aposentos. - refirió con malicia Francesc, haciendo que el rey se levantará con bastante enfado.

- No aceptaré ese tipo de comentarios en mi presencia y aún más de alguien que pretende casar a su hija conmigo, sin importarle las consecuencias, no solo institucionales sino también de salud de su hija. Asique le aconsejo que se vaya de mi presencia. - dijo el Rey con vehemencia mientras se acercaba a Francesc.

- No pretenderá usted.... - dijo Francesc pero fue interrumpido por Balduino, que dijo con gran autoridad:

- La conversación ha terminado. Váyase.

- Que el día sea productivo, señor. - dijo Francesc. - Vamos, María, ya no tenemos que hacer nada aquí.

Salió de los aposentos del rey con bastante odio en su rostro mientras su hija lo seguía avergonzada y sin darse cuenta de que fuera estaba esperando alguien para entrar y tropezandose con ella.

Se quedó mirándola de arriba a abajo con cara de asco.

- Vaya. Así que, esta es la amiga del Rey. La que lo mantiene tan entretenido, que no es capaz de aceptar un compromiso muy rentable para él y su reino. - dijo Francesc mirando con altivez a la muchacha, mientras María la miraba con celos y odio.

- Le recomiendo no utilizar esas palabras, Lord Dubois. El Rey, es un hombre cristiano y decente que sabe cuál es su posición. - dijo Tiberias. - Además no son palabras para referirse a una dama.

- Dudo que está muchacha sea una dama. Solo hay que verla, parece más una prostituta que viene aquí a satisfacer las necesidades físicas del rey leproso y para que él pueda dar rienda suelta a sus extraños gustos. Estómago hay que tener para aceptar dicho trabajo - refirió Francesc con sorna y cara de asco.

En tierras extrañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora