Capítulo 21. Arya conoce a Sibila y Tiberias los pilla.
Cuidado hay contenido para adultos. Entrar solo bajo vuestra responsabilidad.
Contenido: +18
Balduino se había despertado hace rato. Miraba con cariño a la mujer que dormía con él. No había ninguna mujer más hermosa que ella. Y le hacía muy feliz que durmiera con él, aunque fuera por el motivo tan inquietante como el que era y eso le hacía sentirse culpable.
Ella se despertó y se encontró a Balduino mirándole con cara tierna mientras le acariciaba la cintura.
- Buenos días, Majestad. Espero no haber sido una molestia para usted y haya podido dormir bien. - Dijo Arya.
- Dormí perfectamente. Su cuerpo pudo relajarme mucho y dormí de golpe. Nunca dormí mejor. - dijo Balduino sonriendo.
- No me engañe, por favor. - respondió Arya preocupada. - Seguramente le moleste para dormir.
- Eso nunca. - dijo Balduino mientras se acercaba a Arya y le empezaba a besar, primero con delicadeza pero luego el deseo comenzó a aparecer y el beso se hizo más tosco, lascivo y ansioso.
Arya pegó su cuerpo con el de él, mientras respondía a sus ansiosos besos. La situación se iba poniendo cada vez más candente y eléctrica, tanto que ya ambos estaban tan excitados que no pudieron reprimirse más.
Balduino comenzó a besarle desde el cuello y fue bajando poco a poco por todo su cuerpo, parándose en los pechos, donde jugueteó con ellos, para luego seguir hasta su clítoris, donde se dispuso a hacerle disfrutar a Arya y a darle todos los orgasmos que pudiera.
Arya disfrutó mientras él se dedicaba a masturbarla y a darle varios orgasmos.
Cuando ya no pudo más, la colocó a cuatro patas mientras el se colocaba detrás pudiendo así comenzar con la penetración, y posteriormente jugar con sus pechos mientras seguía penetrándola con fuerza.
Ambos disfrutaban mientras se daba el vaivén y los gemidos salían de sus bocas.
Estaban totalmente excitados y cambiaron de posiciones todo lo que pudieron.Tiberias entró en los aposentos del Rey, justo cuando los gemidos iban en aumento por la llegada del orgasmo del Rey que comenzaba a gritar mientras se corría en la vagina de Arya, acompasado con los gemidos de está.
En cuanto se dió cuenta de la situación y antes de que ellos se dieran cuenta de que estaba allí, salió de los aposentos del Rey para dejarlos seguir intimando y descansarán tras el acto sexual. Estaba totalmente avergonzado y rojo. No sabía cómo iba a mirar al Rey a partir de entonces. Y no sabía cuándo es que habían llegado a intimar tanto Balduino y Arya. Sabía que ambos estaban enamorados y que había química entre ellos, pero suponía que el rey no hubiera llegado a tanto dadas sus fuertes creencias cristianas. Errado estaba, parecía que el rey estaba decidido a disfrutar con esa mujer, todo lo que pudiera.
Esperaba que ambos fueran felices.
Decidió esperar algo más para que pudieran reponerse del ejercicio mañanero.Mientras tanto en los aposentos, Balduino se dejó caer encima de Arya, mientras suspiraba.
- Adoro sentirme deseado por vos. - dijo Balduino, mientras intentaba respirar de nuevo.
- Y yo deseada por vos. - respondió Arya sonriendo. - No sabéis lo que disfruto con vuestro cuerpo.
- Disfrutaríais más con otro, mi cielo. - dijo Balduino de forma triste
- Al único hombre que he deseado y desearé es a usted. No quiero a nadie más. - dijo Arya, mientras se ponía encima de él y comenzaba a besarle con pasión, haciendo que el juego comenzase de nuevo y comenzando de nuevo el disfrute sexual entre ambos, hasta caer rendidos en cama, otra vez.
ESTÁS LEYENDO
En tierras extrañas
HistoryczneArya emprende un viaje desde uno de los lejanos reinos de la India al Reino de Jerusalén. El motivo de este extraño viaje es buscar a su hermano desaparecido y llevarlo de vuelta a casa. Allí se encontrará con el que llaman el rey leproso, el cual i...