Capitulo 37. Tiberias coge la delantera.

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Capitulo 37. Tiberias coge la delantera.

Aviso: +18
Contenido para adultos.

Tiberias se levantó temprano. Tras prepararse para el día, varios nobles a los que había escrito, aparecieron en su despacho para hablar con él.
Se reunió con ellos, uno a uno, y les convenció, previo algún presente que les gustase y les llamará la atención, de que le ayudaran y se pusieran de su lado. Quería por todos los medios que Guido no pudiera avanzar en el plan que había hecho junto con Chatillon y Dubois.

Eso le daba cierta ventaja frente a esos tres hombres y sería capaz de acabar con Francesc, tal y como había planeado.

Cuando Guido comenzó a hablar con los distintos nobles, se extrañaron de que muchos se acabarán negando. Eran aquellos que habían hablado con anterioridad con Tiberias.
Esto molestó demasiado a Dubois y a Chatillon que no entendían lo que estaba pasando.
Dubois estaba que trinaba, le molestaba no haber podido apenas avanzar en ese tema.
Pasaban los días y no conseguían ningún avance, mientras que Tiberias se hacía más fuerte.

Dubois, se enervaba cada vez más y más. Su paciencia se estaba agotando y sus ansias de acabar con Tiberias aumentaba.

Esto hizo que volviera a ciertas acciones que tuvo en el pasado. Se dirigió hacia la casa de una antigua amante. Volvió a verla hace unas semanas después de años sin verse. El nerviosismo de su situación actual hizo que cállese de nuevo en sus brazos. Los años habían pasado para ambos, el pelo rubio dorado de Francesc empezaba a encanecer algo y algunas líneas de expresión recorrían su cara que no disminuían su belleza, ni su virilidad ni fuerza, mientras que ella seguía siendo trendamente bella también se notaban los años, aunque su aspecto era bastante hermoso y juvenil para la edad que tenía.

Su marido había ido a visitar sus terrenos en su propio condado, así que ella estaría una larga temporada sola en Jerusalén.

- Buenos días, Eleanora. - dijo Francesc en cuanto la vio.

Ella tenía un hermoso vestido rosado que se le ajustaba a su cuerpo y con un hermoso escote, haciendo que la mirada de Francesc se dirigiera hacia sus pechos.

- Francesc, no te esperaba tan pronto. - dijo Eleanora acercándose a él con una sonrisa.

- Estáis hermosa. - dijo Francesc mirándola a los ojos mientras acariciaba su rostro.

- Vayamos a mis aposentos, allí tendremos más intimidad. - le susurró Eleanora mientras le manoseaba el paquete con lascivia.

Eso excitó a Francesc que la siguió obedientemente hacia los aposentos de esta mientras la miraba de arriba abajo. Esa mujer seguía siendo hermosa aunque los años pasasen.

En cuanto entraron en sus aposentos, ella cerró la puerta y comenzó a andar hacia él, mientras se quitaba el vestido de manera sensual dejando ver su desnudo cuerpo blanco mientras su hermoso pelo pelirrojo tapaba sus pechos de manera bastante sensual.

- Vuelve a hacerme tuya. Deseo sentir tu virilidad haciéndome mujer de nuevo. - dijo Eleanora, mientras él le dio una cachetada en uno de sus glúteos.

Francesc se quito los pantalones mostrando su excitado sexo a esa mujer con la que se había vuelto a reencontrar.
En cuanto ella se le acercó, la cogió por los pelos y la dirigió hacia su miembro viril. Ella ansiosa la introdujo en su boca y empezó a jugar con ella dentro de esta. Su lengua y el resto de su boca se movían con bastante fluidez, sabiendo muy bien lo que hacía, haciendo que la excitación de su amante aumentase y comenzase a gemir mientras le ayudaba guiandola moviendo su cabeza a través de la mano que agarraba su cabellera
Sabía que ella era muy buena amante y siempre sabía lo que a él le gustaba.
Notaba como su pene palpitaba más y más. Su deseo por penetrarla iba en aumento. Cuando no pudo aguantar más, con un gesto de su mano que agarraba la melena de Eleanora sacó su pene de su boca, la levantó y la comenzó a besar con pasión mientras se acercaban a la cama, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, la tiró a la cama, se quitó la camisa y se abalanzó sobre ella. Abrió sus piernas notando el calor y la humedad de su sexo.

En tierras extrañasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora