Capítulo 35. Francesc con miedo.
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La recuperación del Rey fue absoluta. Él dedujo que sería por los cuidados atentos de Arya y sus deseos de recuperación. Para él le debía su vida. Eso le enamoraba más de ella.
Por otra parte, Francesc se puso aún más nervioso, porque sabía que tras la recuperación estaría aún más en el ojo de Balduino. Desde que intentó envenenar a Arya y la persona que contrató fue arrestada y posteriormente condenada a muerte estaba súper asustado. Sabía que podría saber que él fue y que podría ir en contra suya.
Aún así se atrevió a ir a la última reunión de la Haute Cour. No quería que al no ir, Balduino pensase que tendría algo que esconder.
La falta de Inés de Courtenay y su marido se notaba tremendamente en la reunión. Esto hizo que Francesc se empequeñeciera y por otra parte Guido de Lusignan se engrandeciera. Estuvo pinchando tanto a templarios como a nobles para ir en contra de los sarracenos. Cosa que no logró por muy poco. Se notaba que por ser el marido de la princesa Sibila, tenía el beneplácito de unos cuantos nobles y había conseguido hacerse un hueco.
Sin embargo, su hija María, que por supuesto no había ido a la reunión de Haute Cour, no tenía tanto beneplácito por parte de la nobleza. Francesc sabía que su hija no había sabido congraciarse con muchos de ellos. No era una persona demasiado abierta. Era demasiado tímida.
Ella era una persona que por su infancia y su salud, no sabía cómo tratar a la gente.Tiberias observaba el comportamiento de Francesc. Vio cómo se comportaba y algo no le cuadró. Siempre fue un hombre orgulloso, aún más cuando consiguió que su hija se casara con el Rey y la convirtió en Reina de Jerusalén, sin embargo hoy estaba decaído, apenas hablaba y era algo extraño. Parecía mirar a todos con algo de extrañeza.
Esto hizo que las alarmas de Tiberias se dispararon. Sabía que ese comportamiento no era normal en Francesc. Debía forzarle. Sabía que si lo hacía cometería un error.
Durante lo que quedaba de la Haute Cour intentó ponerlo algo más nervioso. Y aunque allí mismo no cometió ningún error, vio que se ponía algo más nervioso.Esa era una buena señal. Significaba que iba por buen camino. Tenía que buscar más situaciones que pudieran hacerlo cometer un error.
“Parece que está más nervioso de lo que aparenta estar. Espero que pronto cometa un error." Pensó Tiberias mientras la reunión acababa.Tanto él como Balduino, se fueron al despacho de este para la reunión con varios nobles que venían a hacer varias peticiones y para hablar de algunos temas del comercio del país.
Mientras tanto Francesc fue a visitar a su hija, que permanecía en los jardines de Palacio, ajena a todos los problemas políticos del país y los problemas de su familia.
- ¿No deberías estar formándote para Reina en vez de estar aquí? - preguntó Francesc nada más llegar a donde estaba su hija.
- No tengo nada más que hacer, ya todo lo que tenía que ver, lo he visto. - contestó María.
- No te veo haciendo cuentas de los gastos de Palacio y si hay más gastos que beneficios y viceversa o viendo los pagos de los que trabajan aquí. Tampoco te veo trabajando en ninguna fiesta que se vaya a dar aquí, entre otras tantas cosas. - dijo Francesc.
- Mi trabajo no es ese. - respondió María.
- ¿Cómo que no es ese? ¿Entonces cuál es? - preguntó Francesc.
- Trabajar para un colegio de pobres. Soy yo la que lo llevo. - dijo María tranquilamente.
- ¿Solo haces eso? ¿Y qué haces exactamente? - preguntó Francesc.
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En tierras extrañas
Ficción históricaArya emprende un viaje desde uno de los lejanos reinos de la India al Reino de Jerusalén. El motivo de este extraño viaje es buscar a su hermano desaparecido y llevarlo de vuelta a casa. Allí se encontrará con el que llaman el rey leproso, el cual i...