En tierras extrañas

Capítulo 15. Lis entra a trabajar a la casa de los Dubois.

Capítulo 15. Lis entra a trabajar a la casa de los Dubois.

La casa de los Dubois, 1179

Lis se preparó para ir a la casa de los Dubois. Se vistió como una cristiana para no destacar y que confíasen antes en ella. Si iba como musulma tardaría más en que confiaran en ella.
Estaba muy nerviosa. Esperaba que su actuación fuera adecuada y logrará engañarles.

Se despidió de sus padres y se dirigió a la zona cristiana de la ciudad hasta llegar a la casa de los Dubois. Era imponente. Preguntó por la jefa de la servidumbre para preguntar que era lo que tenía que hacer, cuando empezaba y dónde dejaba sus cosas.

- Mi nombre es Bashira. Te llevaré a la zona de servidumbre. Dormirás con varias sirvientas más. En cuanto prepares tus pertenencias vendrás conmigo, te diré lo que debes hacer, ¿Entendido? - dijo con autoridad.

- Si, señora. - dijo Lis.

Hizo lo que le dijo. Preparó todas sus pertenencias y las guardó con mucho cuidado. Esperaba no tener problemas con sus cosas. Ya sabía cómo era la gente.

Tras arreglar todo y dejar sus cosas colocadas, fue en busca de Bashira.
Era una señora mayor, que seguramente llevaba muchos años atendiendo a la familia y la conocía a la perfección, conocía sus entresijos y sus secretos. Se notaba que era una mujer con carácter. Una mujer dura.
No se lo iba a poner fácil. Bueno tampoco iba a ser un problema. Sabía que tampoco iba a ser iba a ser injusta asique bien.

La llevo por los distintos pasillos de la casa mientras le explicaba como se organizaba la casa y como iba a ser su casa, hasta llevarla a los aposentos de Maria Dubois.

Allí, estaba la muchacha. Sentada en el balcón que había. Al ver que habían entrado, se levantó y se acercó a ellas.

- My lady, esta es la nueva sirvienta, ella se encargará de sus cuidados desde ahora. Tiene conocimientos básicos de medicina asique será la responsable de tus cuidados médicos y de que el tratamiento médico se realice como se debe. Se llama Lis. Venimos para que la conozca, conozca sus aposentos y sepa cuáles son sus responsabilidades. - dijo Bashira.

- Buenos días, mi lady. - dijo Lis haciendo una reverencia.

- Buenos días. Y bienvenida a mi hogar. Espero que te acostumbres pronto al lugar y  que realices bien tu trabajo. - dijo María.

- Espero estar al nivel que están acostumbrados, tanto usted como su familia, my lady. - contestó Lis con sumo respeto.

- Bien, ya conoces a María, ahora te explicaré tus obligaciones, ¿Entendido? - dijo Bashira.

- Si, señora. - contestó Lis rápidamente.

Le explicó donde estaban los ungüentos y hierbas que necesitaba María cuando le daban los ataques de fiebre y cuáles eran los que se les solían dar. Como debía limpiar y recoger la habitación, cuando debía levantar a María, cuando desayunaba, comía y cenaba, cuando se bañaba y dónde estaban sus ropas para vestirla. También le confirmó que otros criados le ayudaron con la habitación pero que ella debía estar también presente en la limpieza y arreglo de los aposentos.

Lis atendió a todo con bastante atención y fue recordando mentalmente todo lo que le decían. Cuando terminó, la explicación fueron a la cocina, ya que en breves era la hora de la comida y tenía que subirle la comida a su habitación.
Ella siempre comía sola, a diferencia del resto de la familia que comía junta.
Suponía que era por su débil salud, pero por lo que decían otras sirvientas, es que no era la hija favorita. Cuidarla era una molestia para ellos.

Subió con cuidado la comida hasta los aposentos de María, y la dejo preparada en la mesa donde solía comer.

- My lady, la comida está servida. - dijo Lis.