Capítulo 32: Porque hay que hablarlo.

40 5 0
                                    

—Regresa, Christy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Regresa, Christy.

—¿Y de qué sirve regresar?

—Para que podamos abrazarte, en principio.

—No me iré, Cisne —aseguré, aunque las añoro con fervor y vernos en una pantalla hace el añorarse mas agudo que ayer—. A los problemas y malos entendidos no se les huye —agregué, sonando como una maestra.

—Yo no llamaría huir a recargar pilas —asevera América—. Vienes y regresas.

—¿Tu vas a pagar mi pasaje? —dije con una sonrisa.

—Si le digo a Ani...

—¡Oh, por favor no empieces, América! —dice Winnifer y para dar énfasis la cubre la boca. Ame no está feliz, por supuesto—. Si yo te lo pago, ¿vendrías?

Me provocó un suspiro su esperanza.

—No me voy, chicas.

—Yo digo que te quedes —intervino Alica en tono despreocupado—. Fuiste por dos razones: entender a Terry y entenderte a ti misma y qué tanto arriesgarías por su relación. ¿Ya estás lista?

—Está claro que su familia no la quiere —comenta Winnie. Le frunce el ceño a América y la suelta con lentitud—. No porque lamas mi mano te voy a dejar que hables de tu matrimonio.

—Pero por qué no —se queja—. Ninguna a ido a mi casa... Me siento muuuy ofendida...

—Todas tenemos el mismo problema.

—El trabajo —dice Alica.

—Y las pocas ganas de verte melosa —completa Francine—. Las personas casadas también están cazadas. A estas alturas deberías saberlo.

—Chicas —las llamé. Conseguí que miraran a la cámara y las extrañé un poco mas por eso—. Sé una cosa: quiero a Terry. No fue cómodo conocer a su familia pero entiendo; ustedes saben... No tengo una familia de la que presumir en donde no pasarán estas incomodidades. Empezando por mi mamá.

—Apostaría mis tacones favoritos a que pueden hacerle algo peor a él —dijo Francine.

—No vale apostar por zapatos que no les calzan a ninguna —murmujea América.

—Excepto a Chris —Alica sonríe—. Pero si tiene nacionalidad española dudo que le importe —me guiña con complicidad. Río de tal tontería.

—Ustedes creen que vendré a vivir aquí.

—Estás analizando un futuro cambio de compañía —se burla Fran—. Eres tú quien se imagina mudándose.

—Es difícil, imposible cambiar de compañía. Tendría que audicionar desde cero y...

—El que lo pienses en suficiente.

Dudé si debía continuar abriendo lo que pasa por mi mente. ¿Qué tal si era demasiado ilusa respecto al futuro? ¿Si le estoy poniendo empeño yo sola a una relación sin futuro?

El Encanto de saber VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora