Capítulo 5 *

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Canción: Love Story by Taylor Swift

Agnes

Es muy temprano, casi de madrugada, el sol ni siquiera ha salido y no he dormido mucho. Hoy es mi cumpleaños y me comprometo ante la sociedad y ante el mundo, necesito hacer algo para dormir ya que ayer no descansé casi nada ya que mamá me hizo correr por toda la casa con los preparativos de la fiesta.

Se dispuso una gran carpa de doble tamaño en el jardín de la mansión con muchas hileras de lucecitas en el techo que guindan de un lado a otro para dar iluminación a lo que será el área de las mesas.

Hay alrededor de treinta mesones decorados en colores dorado y beige, cada una dispone de unas diez sillas , lo que me hace calcular que el agasajo estará copado de unos trescientos invitados. Que barbaridad, pienso.

Cada espacio esta identificado con el nombre y el apellido de cada invitado, algo que supongo hizo la organizadora del evento. Busco y rebusco entre cada mesa y no consigo el nombre de Steven por ningún lado ni el de sus padres, lo que me hace pensar que se sentará en nuestro espacio rectangular familiar.

La mantelería y vajilla son altamente finas, los cubiertos son de plata y están dispuestos correctamente de la manera que indica el protocolo y la etiqueta, al fondo hay una enorme tarima en la cual estará animando el maestro de ceremonia y una orquesta que tocará en el transcurso de toda la noche al igual que el espacio del Dj. Además observo varias mesas rectangulares más pequeñas que la familiar que serán decoradas con dulces, quesos, entremeses y demás cosas para que disfruten los invitados, hay otra carpa a la derecha que me llama la atención así que entro a ver que hay en ella, me doy cuenta que este espacio es el que va servir para que los mesoneros acomoden todas las cosas ya que supongo que la cocina de la mansión o no le es suficiente a la organizadora, o mamá no dejó que usaran en su totalidad su bella y amplia cocina.

Camino hacia la alberca ya que mamá pidió expresamente que la decorara a mi gusto, así que junto a la organizadora decido que quiero muchos, muchos globos dorados y beige. Me sorprende su ingenio ya que hace algo magnifico.

Los globos se inflaron con helio y al amarrarlos de una cinta y unas borlas ―que tuvo que mandar a buscar por un capricho mío― estos al lanzarlos al agua hace que medianamente se hundieran cosa que me agrado sobremanera, ya que causa la impresión de que algo o alguien dentro del agua halara el globo al fondo sin poder hundirlo en su totalidad, algo sencillamente hermoso.

A pesar de que mamá contrató una organizadora de eventos,cosa que ayudó bastante, al terminar, siento el agotamiento en cada poro de mi cuerpo, debido a esto y probablemente a los nervios que tengo es super temprano y sigo despierta, debo de alguna forma u otra intentar dormir, ya que en el transcurso del día seré un despojo humano.

Me revuelvo varias veces en la cama y luego de arrastrarme en ella me levanto ―creo yo―, quizá es mas de las seis de la mañana ya que fue la última hora que recuerdo haber visto. Me quedo dormida, solo para ser despertada en la mañana por una hermana loca y eufórica que entra a darme el ¡Happy Birthday to you! a punta de gritos, no me quiero levantar pero Ángela entra, se mete debajo de mi cubrecama, me besa y me lame la mejilla, cosa que me hace despertarme y pegar un grito.

―¡¡¡Ángela, que asco!!! ―seco su saliva de mejilla con la funda de la almohada. Mi cara debe ser todo un poema ya que no para de reírse― ¡¿Por qué eres tan asquerosa?!

―Primero, no debería producirte asco, los médicos no sufren de eso y segundo, eres mi hermanita gemela, venimos del mismo saco así que tu saliva es tan igual a la mía ―coloco una mano en mi frente y niego, esta mujer si esta loca― Feliz cumpleaños a nosotras dos princesa ―me levanto y la abrazo, amo a esta loca de atar.

No me complace ser tu esposa ©  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora