Capítulo 27

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Capítulo dedicado a CaroLDajer ... niña como lees de rápido...
Canción: The Power of Love ( El poder del amor) by Gabrielle Aplin
AGNES

Diossss!!! Definitivamente los médicos no podemos ni debemos creernos Dioses pero hay algo evidente, Dios a través de nuestras manos regala y ofrece vida cada día de nuestra existencia en el planeta tierra, somos una herramienta que sirve de puente entre los pacientes y ese ser supremo que decide cuándo te quedas o cuándo te vas del mundo.

Estoy a pocos minutos de haber salido de quirófano de la segunda cirugía que tenía programada el equipo de salud para el día de hoy, no fueron complicadas, siempre importantes pero no complicadas. La primera una apendicectomía y la segunda la extracción de una hernia inguinal algo delicada, pero por suerte todo salió muy bien.

Ahora estoy sentada en la sala de médicos que está dispuesta en el quirófano para los doctores, lleno miles de formularios que me exige hacer el hospital y dejo escrito todas indicaciones en la historia médica para que mis dos pacientes, sean trasladados de forma satisfactoria a cada habitación que se dispuso para ello... Esta es la parte que no me agrada de la medicina, debemos escribir más que cualquier escritor profesional, a diario creo que gasto una pluma entera de tanto escribir y firmar documentos.

Miro el reloj que está en la sala y noto que ya es casi medio día, mi madre y Ángela ya deben estar desesperadas porque no he llegado a la mansión, sé que la cita con la organizadora de bodas es a la 1 de la tarde y que debo llegar puntual, pero lo siento, soy médico y no puedo hacer nada contra ello, sólo armarme y armarlas de paciencia, a mi madre y mi hermana. La mamá de Steven no habla mucho conmigo, sólo lo necesario, todavía no hemos logrado emparentarnos como se debe entre una nuera y su suegra, supongo que con el tiempo cambiarán las cosas y lograremos compartir algo más...

Termino de firmar el último papel que hay en la segunda historia médica, así que le entrego todo a la enfermera y al médico de guardia, me despido de los colegas presentes y me dispongo a ir a los cambiadores para quitarme mi mono quirúrgico. Llego a dicho lugar así que me retiro el mono, toda la indumentaria que use en quirófano y la desechable la desecho en las papeleras especiales para ello, la de tela, que es mi uniforme, lo guardo en una bolsa para lavarlo a casa. Me lavo las manos y me coloco mi ropa de esta mañana, un sencillo jean prelavado, una blusa de algodón y mis botas de invierno, el frío está insoportable, pienso.

Salgo del lugar y me subo al auto titiritando de frío, tomo mi sobretodo que lo deje en la parte trasera y me lo coloco, froto las palmas de mis manos una con otra y procedo a encender la calefacción, enciendo el vehículo y comienzo a conducir rumbo a mi casa.

Llego a la mansión y al bajarme del auto, mi hermano Joshua sale corriendo a mi encuentro, me abraza y me dice

-¿Ags trajiste chocolates para mí?- ¿Y ahora que le digo?, de verdad que no traigo nada de nada, me agacho para quedar a su altura y le respondo

-¡Hola mi amor! Verás, hoy estoy algo ocupada, pero te prometo que cuándo termine lo que tengo que hacer en la tarde y me desocupe, al venir a casa, traeré un gran helado de chocolate y lo comeremos los dos, ¿Te parece?- él asiente con su cabecita, me besa la mejilla y sale corriendo a alguno de los jardines de la casa, mi hermano es demasiado noble, pienso. Veo como se pierde por detrás de la mansión y a su pobre nana corriendo detrás de él, cuidar de un niño no debe ser fácil y menos de Joshua que es bastante hiperactivo.

Entro a la mansión y escucho voces provenientes de la gran sala que está dispuesta para recibir a los invitados...

Veo a la madre de Steven que está hablando con mi madre y mi hermana, entro sin hacer ruido y al acercarme ella se levanta, me da un beso en la mejilla que me deja algo impactada y me dice

No me complace ser tu esposa ©  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora