No me complace ser tu esposa © (Editando)

Capítulo #21.5

When you look me in the eyes (Cuándo me miras a los ojos) by Jonas Brothers
STEVEN

Me parece casi imposible que alguien que forme parte de nuestra sociedad haya vivido cosas tan horribles como las que vivió Agnes, no puedo creer que en cierta medida yo forme parte de ese rechazo que mi girasol vivió ya que lo hice desde que ella estaba muy pequeña, yo también alguna vez rechacé a Agnes, que grandísimo imbécil fui y lo sigo siendo.

Sigo abrazando a mi girasol, mi princesa, mi reina, mi futura esposa... su llanto comienza a apagarse, sólo se escuchan leves hipidos que salen de su garganta, trato de despegarla un poco y con sumo cuidado de mi cuerpo, quiero comprobar en que estado está, al hacerlo veo que tiene los ojos y el labio bastante hinchados , limpio con mis pulgares sus lágrimas y le pregunto

-¿¡Ags!?- ella me ve con sus zafiros bastante opacos- ¿Cómo te sientes mi niña?- ella hace una mueca con sus labios y me responde

-¿Siempre eres tan.... romántico?- yo sonrío y a la vez niego, ya que es la primera vez que me pasa algo así con una mujer - Pues lo eres y mucho... me duele muchísimo la cabeza... siento que me va a estallar-

Me levanto del sofá y dejo a Agnes ahí sentada, más bien acostada, llego a mi habitación abro la mesa de noche y tomo dos analgésicos, voy a la cocina tomo agua de la nevera y al llegar a su lado, veo que tiene los ojos cerrados, dejo el vaso y las píldoras en la mesa de centro, acaricio sus cabellos y al hacerlo ella abre los ojos, los tiene rojos, hinchados y pequeños, aunado a la inflamación que tiene en el labio está hecha un desastre, pero de verdad no me importa, me gusta verla así en todas sus facetas, triste, alegre, enojada, bella, despeinada, recién levantada, fea, mal humorada en fin todas las facetas que puede tener una mujer.

Le ofrezco los analgésicos y el agua, ella los acepta sin tan siquiera preguntar que le estoy dando, intenta acostarse de nuevo pero sin previo aviso la levanto en mis brazos y la llevo a mi recámara, necesito saber que descansa, que duerme un poco y que está a mi lado...

Llego a la habitación, depósito a Agnes en la cama, luego abro la gaveta que tiene mis playeras y tomo una blanca, me acerco a ella e intento hacer algo y espero que se deje...

Me siento y le quito las sandalias, las dejo a un lado de la cama, luego le pido que alce los brazos, ella al principio se pone tensa, pero luego de unos segundos en la cual los dos no hablamos nada sino que nos sostenemos la mirada ella cede, así que le saco el vestido, le coloco la playera y le quito todos los accesorios que tiene en su cuerpo.

De verdad que ni me fije en su conjunto de ropa interior o es su cuerpo, primero porque todo está oscuro, sólo se cuela un poco de luz de luna a través de los ventanales que adornan mi habitación y segundo en estos momentos no siento deseo, siento una profunda necesidad de protegerla, mimarla y cuidarla, probablemente ella vio algo de eso en mi y por ende cedió a que la desvistiera, no le quite su brasiere porque eso sería llegar muy lejos y es evidente que con el girasol sólo puedo dar un paso a la vez.

Agnes se recuesta en la cama, así que la abrigo con el cubrecama. Yo en cambio me meto al baño, me doy una ducha rápida con agua muy caliente y al salir busco un bóxers y un pantalón negro de dormir, me los coloco y me acuesto en mi cama boca arriba, mirando al techo oscuro y al lado de ella. No sé si está dormida, pienso en miles de cosas a la vez, en ella, en nosotros, en cómo paso todo eso, en muchas más cosas que no la dejé que me explicara.

Siento cómo se remueve en la cama cosa que me indica que está despierta, escucho su profundo suspiro y luego su llamado

-¿¡Steven!?- no me muevo de la cama, sólo le respondo

-¡Dime girasol!-

-¿En qué piensas?-

-En muchas cosas Ags, pero ahora no vamos a hablar de eso... necesitas descansar, ¿Si?- ella emite un sonido nasal afirmativo, así que doy por finiquitada la noche, pero la rubia de rizos dorados me vuelve a llamar