Capítulo 6 *

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Canción: Salted Wound by Sia ( Herida salada)

Agnes

Ya es tarde y comenzó el corre, corre.

Estoy en mi habitación y una estilista me acompaña, después de arreglarme las uñas de manos y pies, se dedica a mi cabello, esta vez he decidido que lo voy a llevar en un moño alto arreglado y liso, me dejó mi flequillo igual de liso que el resto del cabello, no quiero rulos la noche de hoy.

La estilista termina, me miro al espejo y quedo satisfecha ante el trabajo que hizo en mi cabello, verdaderamente es lindo, me pregunta si me va a maquillar por lo que niego ya que Ángela insistió en hacer esa parte, así que me voy a arriesgar con ella.

La chica se retira y entra Ángela con una maleta llena de cosas. Quedo sorprendida por tanto maquillaje y demás cosas.

―Angela, por favor, maquillaje sobrio.  So-brio ―recalco cada una de las sílabas― no quiero nada cargado, ni parecer una zorra ―Sus ojos me observan fijamente.

―Tonta, te voy a maquillar lo mas tierno que mis manos y mi mente puedan hacer, es más, ya somos bellas de naturaleza así que no necesitamos tanto de esto, ¿si? ¿Estás de acuerdo? ―asiento y dejo mi cara libre para que ella haga lo que quiera.

Siento como toca mi rostro con varias esponjas y esas cosas que se utilizan para maquillar, también, la textura de los pinceles en mis párpados y en otras áreas de mi piel.  Antes de finalizar, me rocía con un spray que supuestamente fija mi maquillaje para que perdure toda la noche, me pide que abra los ojos para colocarle rímel a mis largas pestañas ―que son algo claras―, termina y se retira un poco. Me ve fijamente por lo que frunzo el ceño.

―Creo que últimamente estas mas bella que yo ―sonrío por su comentario― Pero igual así me ponga horrorosa, siempre te amaré, Ags ―niego suavemente y ruedo mis ojos―. Mírate al espejo Agnes ―hago lo que me pide y quedo impactada. De verdad me veo muy bonita, nunca me había visto así. Mi hermana  tiene unas manos maravillosas, pienso. Sonrío y le doy las gracias, ella en cambio me entrega dos labiales uno rojo cereza y otro muy claro casi del color de mi piel― escoge cual de los dos te vas a poner y te lo aplicas justo antes de que te venga a buscar, ¿sí? ―asiento―. Me voy, ahora me toca maquillarme a mí, te vengo a buscar en menos de una hora para que salgamos juntas.

Besa mi mejilla y sale de la habitación dejándome sola para terminar de arreglarme.

Termino de hacerlo en pocos minutos. Me calzo mis tacones de aguja, llevo un buen tiempo sin usar esto, me coloco los accesorios que necesito, tomo mi perfume que es algo cítrico y con notas sutiles de rosas blancas y me lo aplico. Aquí es donde no me gusta el dulce, odio los perfumes dulces, me producen una migraña de los mil demonios. Justo cuando me debato entre el labial cereza y el claro tocan la puerta.

―Adelante ―Aarón entra y emite un silbido de aprobación.

―Dios mío... debo decir que si no fueras mi hermana hubiese peleado hasta la muerte con Steven para casarme contigo ―suspiro, Aarón debe ser una belleza de esposo, me acerco y beso su mejilla―. Ese perfume huele diferente, me gusta ―le enseño los dos labiales y pregunto:

―¿Cual de los dos te gusta? ―se toma la barbilla en un gesto de lo más divertido meditando lo que va a exponer.

―Bueno.  Yo no me colocaría ninguno pero, viendo que tienes unos labios lindos iguales a los míos, escojo el rojo, además que resalta tus ojos azules ―sonrío y me acerco a la peinadora para mirarme en el espejo y colocarme el labial.

Acto seguido entra Ángela, su vestido largo es azul marino y le atraviesa una cadena de incrustaciones de piedras brillantes desde el hombro derecho por debajo de el seno izquierdo para detenerse en una de sus costillas, la espalda la lleva descubierta casi en su totalidad por lo que se le ve muy sexy, propio de Ángela, el mío es más sobrio, es de color crema con plateado, la espalda esta desprovista de tela pero de lado a lado hay finas cadenas de piedras de Swarovski. Lo que lo hace algo llamativo fue la raja que hay al frente que va desde el muslo derecho y hasta abajo no dejando mucho a la imaginación y al tatuaje que llevo plasmado en la parte externa superior de mi tobillo derecho.

No me complace ser tu esposa ©  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora