Sempiterno | Regulus Black

CAPITULO IV

— HOGSMEADE —

Habían pasado ya dos meses desde que las clases comenzaron en Hogwarts y todo había sido un poco diferente para Kaia.

Brook siempre llegaba con ella cuando se encontraba en la biblioteca y en unas ocasiones cenaba en la mesa de Ravenclaw para hacerle compañía a la pelirroja. Afortunadamente ningún merodeador se había dado cuenta de esto.

Michael Bovell no había vuelto a acercarse a ella después del altercado de la biblioteca y Kaia le agradeció a Remus por lo que hizo.

En Escocia ya comenzaba a hacer frío y después del primer partido de Quidditch entre Slytherin y Gryffindor, comenzó a nevar. Ya en la próxima salida a Hogsmeade el pueblo se encontraba cubierto con escarcha color blanco y lo hacía lucir como si hubiera sido espolvoreado con azúcar glas.

Kaia le gustaba caminar un poco por el pueblo y después entrar a Honeydukes a comprar las suficientes golosinas para cuando sea la próxima salida al pueblo.

Dentro de Honeydukes se sentía cálido, nada comparado al frío que hacía en las calles, el olor a chocolate entraba a las fosas nasales de cualquiera que entrara.

Anduvo por los pasillos de la tienda tomando lo que compraría y después salió de la tienda luego que pago y le colocaron los dulces en bolsas.

El aire le pego directo al rostro y con sus manos cargando bolsas llenas de dulces comenzó a caminar de regreso al castillo. Cuando estaba a punto de llegar a la entrada del pueblo escucho que alguien grito su nombre.

— ¡KAIA!.

Cuando la chica volteo vio a Brook con Rabastan y Regulus a su lado mientras la chica brincaba y sacudía su brazo en el aire. Después la chica Rosier se acercó a la pelirroja y la abrazo.

— Vamos a las tres escobas. — Brook tomo una bolsa qué cargaba Kaia y comenzó a caminar.

— ¿En algún momento dije que si?. — Brook dejo de caminar y volteo a ver a la chica.

— ¿Te apetece ir a las tres escobas?.

Kaia asintió y así las dos se unieron a Rabastan y Regulus para después comenzar a caminar hacia el establecimiento.

Rabastan abrió la puerta y le dio el paso a ambas chicas. Cuando entraron notaron que el lugar estaba algo lleno.

— Yo puedo buscar una mesa mientras pueden pedir las bebidas. — Kaia dijo.

— Voy contigo. — Regulus dijo a lo que la pelirroja asintió y comenzaron a caminar entre las mesas hasta que la pelirroja encontró una vacía.

Camino hacia allí mientras Regulus la seguía muy cerca. La pelirroja se sentó y dejo la bolsa que traía en el suelo mientras Regulus tomaba lugar en la silla frente a ella.

Kaia se encontraba observando a las personas del lugar sin darse cuenta que el chico que tenia frente a ella la observaba. Regulus no sabía porque razón la chica Potter se le hacía interesante, había algo en ella que llamaba la completa atención de el chico Black. Miraba su cabello rojizo que en ocasiones parecía cobrizo, sus ojos de color avellana y su piel pálida. Su manera tan evasiva de ser y también lo inteligente que la chica era. Regulus sacudió su cabeza y en ese momento llegaron Rabastan junto con Brook con dos cervezas de mantequilla cada uno.

Kaia le dio un sorbo a la de ella y después limpio el exceso que quedó sobre su labio.

— ¿Que harán en navidad?. — Brook pregunto y Rabastan la miro con incredulidad.

— Sabes que es lo que hacemos cada año, Brook.

— ¿Y tú Kaia?. — Todos miraron a la pelirroja.

— Cenaré con mis padres, mi hermano y con Black, cuando llegue el resto de los amigos de mi hermano solamente subiré a mi habitación probablemente a dormir o leer algo.

— ¿Harás eso?. — Brook preguntó.

— Lo he hecho cada año. — Kaia alzó sus hombros.

Brook se miro con Rabastan y ambos sonrieron.

— Supongo que podrías venir a la pequeña celebración que hacemos después de el baile. Irán en su mayoría alumnos de Slytherin, no creo que haya algún problema. — Rabastan la miro esperando que la chica respondiera.

— No creo que mis padres me dejen y mucho menos cuando sepan que James no iría.

— No está bien que te dé estos consejos, pero podrías escaparte y te aseguramos que estarás en tu casa antes del amanecer. — Todos esperaban expectantes la respuesta y sonrieron cuando la pelirroja asintió.

— Supongo que estará bien.

∆

Cuando regresaron de Hogsmeade, Kaia se separó de los Slytherins para ir a su sala común. Regulus no podía quitar la sonrisa de su rostro.

— El pequeño Regulus está muy feliz desde que Kaia acepto vernos en Navidad. — Rabastan comenzó a molestarlo.

— La chica le gusta desde siempre, pero no lo quiere aceptar. — Brook secundo a Rabastan.

— Por Merlin, paren los dos. — Comenzó a decir Regulus. — La chica Potter no me gusta.

— Repitelo hasta que te lo creas, desde lejos se te nota.

Brook se fue a su habitación mientras sonreía y Rabastan palmeó la espalda del chico Black.

— Brook jamás se equivoca y ambos lo sabemos.

Cuando Regulus se quedó solo simplemente comenzó a pensar en lo que insinuaba Brook.

¿Realmente le gusta Kaia Potter?.