CAPITULO XXVIII

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— LA VERDAD VE LA LUZ PT 1 —

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— LA VERDAD VE LA LUZ PT 1 —

El último año de los Merodeadores parecía llegar a su fin y la intranquilidad habitaba en el castillo, los exámenes T.I.M.O y E.X.T.A.S.I.S comenzarían pronto. Los alumnos de quinto y septimo año parecían nerviosos e inquietos.

Para Kaia Potter habían sido meses cómodos, aún más con la compañía de Vladimir, había carteado con el hermano de Lily: Liam y aveces solía pasar el rato con su hermano y sus amigos.

No había vuelto a hablar con Regulus, ni siquiera habia prestado demasiada atención a la presencia de ellos y la Ravenclaw. Había tratado de pasar desapercibida ante ellos y logro que ellos pasarán de esa manera ante ella.

Pero toda tranquilidad se esfumó un día antes de que los exámenes a los alumnos de quinto y sexto comenzaba.

Kaia Potter se dirigía al Gran Comedor cuando Vladimir llegó hacia ella. Parecía agitado, nervioso y sorprendido. Respiraba profundamente después de haber corrido desde el Gran comedor para encontrar a la chica Potter.

La pelirroja no pudo evitar sentirse intrigada por el comportamiento del Mckinnon y cuando ambos llegaron a la par del otro solo pudieron mirarse a los ojos.

Ella tenía la duda clavada en ellos y el solo parecía contrariado.

— Creo que debes ir al Gran comedor, han... — Vladimir parecía que no sabía cómo decir semejante noticia — te han expuesto como lo hicieron con los Black.

Kaia frunció el entrecejo y sin dudarlo salió corriendo a dicho lugar. Podía escuchar el murmullo de voces crecer cada vez que se acercaba más y cuando abrió las puertas todos los ojos salieron disparados a ella.

Muchos la juzgaban, otros sentían lástima pero sin duda alguna eso no le interesaba.

Volteo hacia al frente y quedó helada al ver la gran pancarta que estaba colocada ahí. Comenzó a leer y sentía que el color se iba de su rostro. Sus manos comenzaron a temblar y solo pudo comenzar a retorcer sus dedos entre sus manos.

Estaba escrito de manera muy explícita lo sucedido hace unos meses. Hablaba sobre su aborto y se revelaba ante los estudiantes en Hogwarts.

La pelirroja miro hacia el, miro hacia el chico que meses antes le había roto el corazón y sintió que ahora ella había roto el de el. Sintió el dolor cruzar su mirada y la culpa llenarle el corazón.

Kaia suspiro y regreso sobre sus pasos saliendo del lugar bajo la mirada de todos.

Regulus Black solo podía culparse una y otra vez de lo sucedido.

La chica Potter se había mantenido en su habitación el resto del día. No quería ver cómo todos la juzgaban con la mirada y no estaba preparada para enfrentar el tema.

Nadie había tocado su puerta y eso la aliviaba. No paraba de pensar en lo que pensaría James, en lo que dirían sus padres pero sin duda alguna, no sabe que es lo que piensa Regulus. Definitivamente la odia.

Un ruido seco se escuchó de repente y la chica dirigió su mirada hacia la puerta, no esperaba que alguien tocara su puerta. Se espero unos segundos y otra vez alguien volvió a tocar la puerta.

Kaia se acerco y abrió la puerta, bufó al ver qué del otro lado se encontraba Julia Travers con una sonrisa en su rostro.

— Kaia, ¿cómo estás? — Preguntó la rubia mientras escaneaba a la pelirroja que se mantenía sin expresión alguna.

— No te importa — respondió la pelirroja e intento cerrar la puerta, pero Julia atravesó su pie y la puerta se volví a abrir. — ¿Que?

— Solo quiero saber cómo estás respecto a lo sucedido el día de hoy, he pasado por esta situación dos veces y se cómo lidiar con...

— ¡¿Crees que yo quiero saber cómo lidiar con esto?! — Kaia preguntó realmente exaltada — Puedo sola y deja de querer meterte en mi vida.

— No creas que somos enemigas — Julia dijo y Kaia la miro sin decir nada — solo quiero ayudarte.

Kaia le cerró la puerta en la cara.

Al día siguiente Kaia se vio obligada a salir de los cuatro muros que la protegían ya que debía ir a clases y no quería que los demás creyeran que lo sucedido la había afectado.

Apenas puso un pie fuera de la torre cuando sintió que alguien la rodeo con sus brazos.

— ¿Que fue lo de ayer? — Kaia se quedó callada y miro hacia James que la miraba realmente preocupado. — ¿Es verdad...? quiero decir... ¿quieres hablarlo?

— Ahora no — Respondió la pelirroja y James asintió, el estaba comprendiendo y ella no podía evitar sentirse agradecida con el. Se preocupo por ella y antes de bombardearla con preguntas decidio preguntarle si lo quería hablar.

— Vamos a desayunar — James dijo y ambos hermanos Potter comenzaron a caminar al gran comedor, dónde ahí se sentaron en la mesa de Gryffindor y Kaia noto que Vladimir evitaba mirarla y ella se volteo hacia los chicos y Lily.

— ¿Que sucede con Vladimir? — Preguntó Kaia. — Está un poco extraño.

Los cinco gryffindor se miraron entre si y Kaia frunció el entrecejo al notar el intercambio de miradas. Lily sonrió y miro hacia Kaia.

— Los Mckinnon han estado un poco raros, parece que algo ha sucedido en su familia — Lily le dijo y Kaia asintió mientras le daba una mirada a Vladimir que tenía su mirada clavada en el plato.

La pelirroja suspiro y siguió con su desayuno. Esa noche debía prepararse debido a que tenía patrullaje y lo haría sola, ya que el otro prefecto se encontraba indispuesto.

No se imaginaba que un remolino azotaria su vida otra vez y dejaría a la luz otro de sus más grandes secretos.

Sempiterno | Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora