CAPITULO XL

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— LOS HORROCRUX —

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— LOS HORROCRUX —

Kaia Potter había muerto, pero había dejado todo lo que había descubierto y definitivamente Regulus iba a aprovechar eso.

Y por eso, se sumergió en una investigación tras el pasado de Voldemort, descubrió que su madre era una bruja sangre pura y su padre un muggle de nombre Tom Riddle.

También descubrio que fue concebido bajo una poción de amor y su padre abandono a Merope Gaunt, lo que hizo que está mujer diera a luz a su hijo en un orfanato y muriera.

Asistió al orfanato, y la vieja directora del lugar le dijo que el de niño atemorizaba a los estudiantes, les robaba sus cosas y hacia cosas extrañas, todo parecía ser inservible hasta que le menciono una cueva.

La cueva no estaba muy lejos, pero era difícil llegar y el Black definitivamente estaba trabajando en ese plan.

Hasta que una noche escucho el sonido de una aparición y frente a el Kreacher hizo acto de presencia.

El pobre elfo parecía estar a punto de su desfallecimiento, se veía muy débil y apenas podía mantenerse de pie.

— ¿Kreacher? ¿Que ha pasado? — Regulus alzó al elfo en sus manos y lo dejo en el sillón.

— La ama Bellatrix ha ordenado a Kreacher ir con un mago tenebroso a una cueva, fue horrible, a obligado a Kreacher a beber una poción y... y ha reído cuando le he pedido un poco de agua, dejo al pobre Kreacher ahí hasta que recordó que debía ir con el amo Regulus y aquí estoy.

Regulus analizaba lo que Kreacher le decía.

— ¿A qué ha ido?

— A esconder un relicario, amo Regulus. — Respondió el elfo.

Todo hizo click en la mente de Regulus.

— Descansa, Kreacher

Después de eso, Regulus le dio el tiempo necesario a Kreacher para que descansará y se curará completamente, para después regresar a la cueva.

Al llegar al lugar, se veía deprimente y se lograba percibir la gran concentración de magia oscura. El haber llevado a Kreacher le facilito la tarea de transportarse.

— No me dejes morir, Kreacher — Le pidió Regulus a su elfo y este asintió. — Cuando veas que puedo morir me sacas de aquí y me llevas a la casa de Evan y Maia en Inglaterra.

Ambos llegaron hasta la cuenca llena de la poción dónde al fondo descansaba el relicario. Regulus hizo aparecer una copa y comenzó a beberla poco a poco.

Malos recuerdos comenzaron a llenarle la memoria, la muerte de Kaia se repetía una y otra vez en su cabeza, la noticia de el fallecimiento de Rabastan y Brook no lo dejaba, la culpa lo invadía y había comenzado a llorar.

— Debe beberla toda, amo — decía Kreacher pasándole la copa — Solo estaba otra más.

Regulus la acepto y la bebió toda, al igual la que siguió, pero su boca pedía a gritos agua y se acercó hasta la orilla donde una mano blanquecina lo tomo de la muñeca y lo jalaba hacia el fondo.

— Kreacher — Llamo Regulus y de un momento a otro sintió la pequeña mano del elfo tomarlo del otro brazo, después sintió la desaparición y luego, cayó al suelo.

Estaba en la casa de su hermana, pero se sentía demasiado mal, y cuando se desmayó fue la señal para que Kreacher lo llevará a San Mungo.

Después de largas horas con medimagos, la vida de Regulus salió de riesgo y justo en ese momento se encontraba solo con Kreacher en la habitación.

— Todo fue en vano, Kreacher — Decía Regulus. — No cambie los guardapelos y...

Regulus dejo de hablar cuando vio como Kreacher aparecía sus manos el guadapelo, sonrió hacia su elfo doméstico.

— Muchas gracias, Kreacher.

— Kreacher está feliz de haber sido útil amo Regulus — Dijo Kreacher feliz dándole el relicario a su amo.

Regulus se marcharía, y el pobre elfo no sabía nada, así que después de todo sabía que merecía saberlo.

— Kreacher, me iré de Inglaterra y me reuniré con mi hermana en Bulgaria — Informo Regulus.

— Es una pena, amo. Aquí lo esperare y mandé saludos a la ama Phoenix y Maia, también al señor Rosier y su madre. — Regulus asintió.

— No le digas a nadie a dónde iré, es una orden Kreacher — Le dijo con una sonrisa.

— Lo juro, amo Regulus. No le diré a nadie de su paradero.

Regulus Black sonrió, sabía que siempre podría contar con su elfo doméstico Kreacher.

Sempiterno | Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora