CAPITULO XXV

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— ¿REM Y MAIA? —

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— ¿REM Y MAIA? —

Kaia era de las últimas que subía al expreso y por esa razón parecía no encontrar un compartimiento vacío, hasta que por fin encontró uno y cuando abrió la puerta solo pudo abrir la boca.

Ahí dentro estaban Maia y Remus besándose, pero al notarla se separaron rápidamente. Remus parecía querer decir algo y Maia solo miraba a Remus.

— No sabía que estaba ocupado — Fue lo único que dijo Kaia antes de salir y continuar su búsqueda de un compartimiento vacío.

— ¡Kaia! — La pelirroja no dejo de caminar apesar de haber escuchado a Maia.

Se detuvo cuando alguien la tomo del brazo y le dio la vuelta.

— ¿Que? — Preguntó Kaia.

— ¿Que viste? — Preguntó de regreso Maia.

— No creo que sea conveniente para ti decirlo en medio del pasillo — Respondió Kaia.

— ¿Ahora me proteges? — Preguntó la Black con sorna.

— Jamás — Admitió Kaia — Pero bueno, si no te importa puedo decir que en ese compartimiento estabas besandote con Re...

— No te atrevas — Maia amenazó.

— ¿Crees que no lo hago? — Kaia alzó una ceja — No me afecta decirlo y créeme que tus amenazas no hacen ningún efecto en mi. No me genera miedo, nervios o inquietud.

Maia solo miraba a la pelirroja y hacia el afán de sacar la varita.

— Disfruta a tu lobito — Le susurro Kaia y con eso dio media vuelta y entro a un compartimiento.

••••

— ¡Por Merlin! — Dijo Julia cuando Maia se fue al lado contrario que Kaia — Kaia tiene agallas.

Los tres Slytherin la voltearon a verla y veían como miraba aún el pasillo del tren.

— Pero tengo una duda — Comenzó a decir la rubia — No es nada sobre la Potter, ¿quién ha hecho públicas esas cosas? Tengo miedo que la próxima sea yo o algunos de ustedes, solo lo están haciendo con sangre puras y por el momento son puros Black. Temo que lo revelen y...

— Nadie dirá nada, Julia — Brook se apresuró a hacer que la rubia se sentará — Los Slytherin no te van a delatar, hasta creo que no muchos lo saben. Es cuestión de tiempo y tengo sospechas de quién pueda ser.

— Te juro que lo matare — Rabastan dijo — Sea hombre o mujer, será sin piedad.

— ¿De quien sospechas? — Preguntó Regulus, hablando por primera vez desde que subieron al tren.

— Pues... — Brook se apresuró a bajar la cortina de la puerta.

••••

La casa de los Potter se encontraba mucho más ruidosa de lo normal, los Merodeadores ese día harían una pijamada y los señores Potter estaban felices por tener casa llena.

Amaban a los amigos de James como si fueran sus propios hijos y estaban felices de tenerlos ahí.

Por primera vez, Kaia no estaba molesta de tenerlos ahí, sabía que sus padres no le prestarían mucha atención y eso era bueno.

Después de la cena, el sueño no llegaba hacia la Potter y se encontraba acostada de lado en el sofá de la sala que se encuentra frente a la chimenea que estaba encendida. Miraba como el fuego, que fue invocado con magia, crepitaba junto con la madera. Inconscientemente llevo sus manos al vientre y las mantuvo ahí hasta que el fuego ceso y ella decidió subir a su habitación.

En el camino vio que eran las dos de la mañana y nisiquiera lo había notado, aún no tenía sueño y no sabría hasta que hora quedaría dormida. Llegó a su habitación y cerro la puerta mientras se acostaba mirando hacia el techo.

— Nisiquiera logré procesarlo cuando ya debía aceptar que lo perdí — Susurro Kaia.

Las horas pasaron y amaneció y aún la chica Potter seguía sin dormir. No había tenido la suerte de quedar dormida y decidió ir a desayunar sin quitarse el pijama, tal vez cuando termine le dará sueño y podría dormir un poco.

Bajo a la cocina y se encontró con su madre terminando de colocar todo en la mesa para el desayuno.

— Buenos días — Susurro Kaia y Euphemia volteo a verla con una sonrisa.

— Buen día, querida — Euphemia le dijo. — ¿Cómo estás?

Kaia pensó en todo lo que sucedió en el curso e hizo una mueca.

— Bien — Le respondió y Euphemia no le creyó, pero tampoco quiso insistir.

Los Merodeadores no tardaron en bajar y fueron los únicos que se sentaron, ya que Fleamont se encontraba en asuntos relacionados al ministerio.

— Todo muy rico como siempre, mamá Mía — Remus le dijo y Euphemia sonrió.

— Muchas gracias, Remus.

— Si, si. Remus prefiere comer otras cosas. — Kaia susurro pero el licantropo se quedó inmóvil y miro hacia los demás en la mesa que miraban a la pelirroja.

— ¿Sabes algo que nosotros no? — Preguntó James.

— Se muchas cosas que ustedes probablemente no — Kaia le respondió. — Tengo sueño.

La pelirroja se levantó y se dirigió a su habitación dejando a todos en la mesa en silencio.

— Tiene bastantes ojeras — Dijo Peter mientras tomaba de su jugo de fresa.

— ¿No durmió? — Preguntó Euphemia.

James miro a su madre y suspiro para responder.

— Pienso que desde hace algunos meses no duerme bien — James comenzó a decir — Tiene bastantes ojeras y pareciera cansada todo el tiempo.

Kaia maldijo a James al escuchar eso y se dirigió a su habitación para tratar de dormir.

Sempiterno | Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora