Sempiterno | Regulus Black

CAPITULO XV

— COMIENZO DE LAS VACACIONES —

Las vacaciones habían comenzado y en la casa Potter todo estaba mucho más tranquilo. Parecía que los chicos cada vez maduraban más y comprendían que saliendo de Hogwarts se enfrentarían a cosas que ellos simplemente no se imaginaban.

Kaia bajo hacia la cocina y se encontró a los Merodeadores sentados en el comedor mientras jugaban a un juego de mesa muggle, probablemente propiedad de Remus, la pelirroja no detuvo su paso y entro a la cocina donde tomo agua en un vaso y comenzó a beberlo.

Su madre estaba atenta a lo que se encontraba en el horno y Kaia salió mientras veía a los Merodeadores jugar, pero en ese momento una lechuza tocó la ventana y Peter se levantó de un salto.

— Es para mí — Peter camino rápido hacia la ventana y después dejó entrar a la lechuza.

— ¿Esa lechuza es de Brook, no? — Preguntó Kaia al ver la lechuza color hueso, era fácil de reconocer ya que Brook solía ponerle collar de colores distintos.

Peter se volteo hacia ella y Sirius se levantó de la mesa.

— ¿Brook? — Sirius dijo. — ¿Por qué te carteas con ella?

— Somos amigos — Peter respondió y Kaia hizo un sonido con su boca, ella sabía que eso es mentira.

— ¿Amigos? — Sirius cuestionó otra vez.

— Sirius, no creo que Pet nos mienta — Remus se apresuró a acercarse. — El puede tener más amigos y estoy feliz de que conviva con más personas.

Kaia dejo el vaso en la mesa. Sirius parecía por fin creer lo que había dicho Peter y no pudo evitar reír.

— Ilusos — Susurro y se dirigió a su habitación.

Los Merodeadores habían llegado apenas un día después del comienzo de estás y desaparecieron la luna llena que le siguió. A Kaia no le interesaba que asuntos traían, desde hace tiempo había dejado de importarle.

Llegó a su habitación y tomo un libro titulado "Mujercitas". Aunque iba hojeandolo, no estaba atenta a la historia y eso era porque Regulus iría ese día a su casa, claramente a escondidas, el chico lo había planeado y ella gustosa le dijo que si.

••••

Después de haber cenado y haber soportado escuchar a James hablar sobre como iba su amistad-romance con Lily Evans, Kaia subió a su habitación y se dispuso a esperar a Regulus. Se sentó en el escalón de la ventana.

Unos golpes en su puerta la hicieron fruncir el ceño y ella indico que podía pasar.

Kaia se sorprendió notablemente cuando vio que era Sirius el que había tocado.

— ¿Que necesitas? — Preguntó Kaia y Sirius abría y cerraba la boca repetidamente. Ella alzó una ceja.

— ¿Es verdad lo que dice Peter? — Preguntó el mientras mantenía su mirada en cualquier cosa menos en la chica.

— ¿Que dice?

— Lo de Brook — Aclaro el.

— Brook es algo reservada sobre sus amistades que no sean Regulus o Rabastan. No lo sé — La pelirroja dio una mirada hacia afuera y observó a Regulus esperando.

Sirius asintió.

— Yo me voy. — Sirius abrió la puerta.

— Si, deberías.

En cuanto Sirius salió de la habitación, la pelirroja se apresuró a ponerle seguro a la puerta y abrir la ventana, sonrió al verlo.

Estaba con un traje de color negro y sus rizos caían libres.

Kaia no espero y lanzo una cuerda para que el pudiera subir. El chico ágilmente lo hizo y cuando menos lo pensó el ya estaba en la habitación.

Kaia no se contuvo y se lanzo hacia el Black dándole un abrazo, mientras el le rodeaba la cintura con sus brazos.

Se separaron y Regulus comenzó a acariciar la mejilla de la chica mientras ambos se veían directamente a los ojos. Kaia soltó una risa.

— ¿Que pasa? — Preguntó el sonriendo.

— Nada, solo me ha dado risa la situación. — Respondió Kaia mientras ponía sus manos en el cuello de el.

Finalmente, Regulus se acercó lentamente a Kaia y le dio un beso lento que iba subiendo cada vez más de tono.

Y simplemente sucedió, sin planear y sin contemplarlo.

Mientras dos chicos en Valle de Godric pasarían su primera noche y después se despedirian. Dos chicos en Londres se debatian en qué hacer.

— Es estúpido, Brook — Decía Rabastan mientras la señalaba — Nada de esto estaría pasando por tu estupidez del Callejón Diagon hace un año.

— ¡Jamás he tenido amigas! — se defendió ella.

— No las necesitas, Brook — Rabastan le dijo.

— Hay cosas que simplemente no puedo contarles a ustedes y...

— Parte de esto es tu culpa. — La interrumpió Rabastan y después de eso la dejo sola.

Brook suspiro y se desapareció como días antes le había enseñado su prima Bellatrix. El brazo le había comenzado a arder.