CAPITULO XXXIV

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— MAS DESGRACIAS —

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MAS DESGRACIAS

Los meses pasaron dando la bienvenida a 1980, las muertes aumentaban y Euphemia parecía enloquecer por tener que ver a su hijo mayor marcharse a las misiones de la orden sin la certeza de saber si volverá o no.

Liam iba y venía de la casa de sus padres a la mansión de los Potter, en una de esas ocasiones llegó pálido y con aspecto enfermizo, parecía querer vomitar y las lágrimas se encontraban estancadas en sus ojos.

— ¿Que ha pasado? — Preguntó Lily a su hermano y el chico simplemente veía hacia un punto fijo.

— Esa gente es monstruosa, repulsiva y sin escrúpulos — Comenzó a hablar en una voz tan monótona que todos pensaron que se encontraba bajo una maldición — No entiendo el porque les molesta la existencia de nosotros, los que no tenemos magia, se creen superiores y solo tiene podrida el alma.

Todos veían hacia el chico que rompió en llanto y Euphemia fue la primera en acercarse hacia el.

Todos estaban temerosos de lo próximo que saliera de la boca del Evans, el chico suspiro mientras se separaba lentamente de la señora Potter y después de limpiarse las lágrimas miro a su hermana.

— Nos jodieron, Yli — Dijo Liam y Lily entendió, el que hubiera utilizado el apodo que le tenía en su infancia la había hecho comprender y no necesito más palabras para romper en llanto y que James corriera hacia su esposa.

Liam no necesito más para volver a llorar, el lugar era testigo del llanto de ambos huérfanos, fue testigo de las lágrimas derramadas y del dolor que dejaba la partida de los señores Evans en ellos.

Cuatro meses desde la muerte de Julia Travers, sus padres parecían querer asesinar a la responsable y estaban en búsqueda de Lily Evans.

Nadie se había interpuesto e incluso Lord Voldemort les había ofrecido carroñeros y mortifagos para la caza, pero ellos se habían negado. Ellos querían ser quienes llevaran a la muerte a base de torturas a la mujer.

Pero por el momento estaban tranquilos, ellos habían sido los autores intelectuales del asesinato de los padres Evans y se encontraban felices mientras imaginaban el sufrimiento que le estaban ocasionando a la pelirroja, tal vez y hasta le generaba un aborto por el tumulto de emociones.

Brook Rosier tamborileaba sus dedos sobre su enorme barriga de siete meses, estaba a solo semanas de por fin conocer a su bebé y la felicidad no abandonaba su cuerpo.

Su madre no se despegaba de su lado dispuesta a cumplir todo lo que pedía y Phoenix se encargaba de dejar muchos besos en la barriga mientras ocasionalmente pegaba su oreja esperando escuchar algo.

— Ay, te ha pateado — Dijo Brook al sentir como su bebé pateaba en la parte donde Phoenix tenía su cabeza recargada.

En ese momento su madre entro a la misma habitación y se sentó a un lado de ella mientras llevaba varias bolsas.

— He comprado miles de cosas para tu bebé — Dijo la señora Rosier mientras comenzaba a sacar todo. — Sigo pensando que deberías casarte con el padre de tu hijo.

— Ya lo hemos hablado, mamá — Dijo Brook cansada — No quiero atar mi vida a obedecer a un hombre, seguir sus reglas y sobre todo, dejar que terceros opinen sobre nuestra relación y crean tener derecho de dar órdenes. Suficiente tengo con seguir las órdenes de ese viejo pelón y sin nariz.

Su madre río ante la forma en que describió a Voldemort.

— Es que eres tan bella y delicada...

— ¿Bella y delicada?, definitivamente no soy. — La interrumpió Brook. — Verás que todo va a salir bien y mi hijo será el más educado y hermoso. Todo un Rosier.

— Será niña — dijo su madre. — Lo presiento. Phoenix tendrá una compañera de juegos.

— Seguro que si — Dijo Brook viendo como su sobrina corría por toda la habitación.

Peter Pettigrew temblaba ante la presencia de la reina sombra con el. Estaba furiosa y con justa razón.

— ¿Cómo que aún no consigues el sacrificio? — Preguntaba la persona. — No te creía tan inútil... o espera... si que lo creía pero no pensaba que tanto.

Peter enfureció ante lo que decía la reina, ¿cómo se atrevía a ofenderlo?

— Y deja tu enojo para otro momento, tu padre murio y ¿acaso esperas que tu madre también lo haga? — Preguntaba y Peter negó. — ¡CONSIGUE EL MALDITO SACRIFICIO!




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Quedan entre 3-4 capítulos para concluir el tercer acto y la historia.

¿Que les va pareciendo?

besitos<3

Sempiterno | Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora